Le donó el riñón a su hijo para que vuelva a nacer

Profesionales de los hospitales El Cruce de Florencio Varela y el Garrahan llevaron adelante un operativo de trasplante renal pediátrico. Tanto padre como hijo se encuentran bien de salud.

El tremendo acto de amor de un padre hacia su hijo se hizo realidad en la mañana de este martes en el Hospital El Cruce de Florencio Varela. El hombre tuvo en sus manos la posibilidad de extenderle la existencia a su hijo y no lo dudó, le donó un riñón.

Se trató del caso de un joven de 14 años que esperaba ser trasplantado desde hace varios meses en el hospital Garrahan. Su padre había decidido ser el donante. Por eso, el equipo de trasplante renal del hospital El Cruce comenzó a evaluarlo. “Hoy pudimos hacer la cirugía para extraer uno de sus riñones por vía laparoscópica, es decir una nefrectomía al padre y así concretar el trasplante. Su hijo esperaba el órgano en el Garrahan. El riñón se puso en condiciones para su mantención y se lo transportó en ambulancia. En el Garrahan esperaban los cirujanos que realizaron el implante del joven. La intervención terminó pasado el mediodía y fue exitosa. Ahora hay que ser prudentes y esperar la evolución de joven. El papá se recupera en El Cruce”, manifestó la Dra. Silvia Dipietrantonio jefa del equipo de Trasplante Renal de El Cruce.

El paciente que hoy se trasplantó nació con reflujo vesicoureteral, eso le provocó una insuficiencia renal y a los dos años debió empezar diálisis. A los tres años recibió un trasplante de un donante cadavérico en el Garrahan que le posibilitó vivir hasta ahora. En enero de este año comenzó nuevamente con diálisis. Y hoy con el trasplante una nueva esperanza vuelve a nacer.

Esta intervención fue posible gracias al convenio firmado entre las autoridades de los hospitales nacionales Juan P. Garrahan y del El Cruce Dr. Néstor Kirchner que firmaron un convenio para impulsar el trabajo articulado en la realización de trasplantes hepáticos y renales para pacientes pediátricos que requieran esos tratamientos como única alternativa terapéutica para atender su salud y mejorar su calidad de vida.

Se trata de un acuerdo para atender niños, niñas y adolescentes que necesitan un trasplante, y cuyas intervenciones se realizan con órganos provenientes de donantes vivos adultos.