Por ahora todo es un misterio. Así suelen ser las muertes en las cárceles. Gustavo Olivera, sindicado como uno de los cabecillas de la temible banda que cometió el conmocionante crimen de Aldo Venturini en Florencio Varela, fue hallado sin vida en una celda del Complejo Carcelario de la localidad de General Alvear, en la que se encontraba alojado cumpliendo prisión preventiva.
Según publicó el portal Data Judicial, la Justicia investiga las causales del deceso. Las primeras hipótesis abonarían el suicidio ya que se lo encontró colgado en su celda.
El penal de General Alvear es el sitio de dónde lograron escapar años atrás los hermanos Schillaci y Lanatta que protagonizaron una fuga de película.
Olivera fue detenido a principios de abril tras 16 allanamientos en los partidos de Pilar, Malvinas Argentinas, Moreno, Merlo, Almirante Brown, Ezeiza y Tres de Febrero.
Los otros tres integrantes de la “Banda del Fal” detenidos junto a Olivera eran Maximiliano Peñaflor, Juan Carlos Mendoza (35); Laureano Juan Nievas Torres (38). Horas después era detenido otro sujeto cuando llegaba de vacaciones proveniente de Disney, Miami, sindicado como el chofer en el hecho del homicidio de Venturini. Dichas medidas se concretaban tras una ardua labor de la fiscal de la unidad descentralizada de Florencio Varela, Mariana Dongiovanni a cargo de las pesquisas.
Olivera estaba imputado de ser integrante de la banda que el día del crimen de Venturini, 30 de enero, resultó herido de bala por los policías que lo custodiaban y en el marco de la causa se había ordenado el cotejo de ADN con su perfil genético y el de la sangre hallada en la camioneta usada en el hecho por los delincuentes, determinando que la sangre pertenecía al ahora fallecido Olivera, prueba que era contundente y agravaba sustancialmente su situación procesal, según reveló el sitio Data Judicial.
