“Maté a mi mujer”, dijo en la comisaría
“Maté a mi mujer”. La frase, seca y contundente como el filo de un cuchillo, resonó en las paredes de la guardia de la comisaría segunda de Florencio Varela. La del barrio Kilómetro 26. Todavía con sangre en la ropa, Sergio Omar Gioia (44), describió con precisión lo que, según dijo, había sucedido unos minutos antes.
En uno de los ambientes de la humilde vivienda de la calle Agrelo entre 54C y 54D, el cuerpo sin vida de Karina Elizabeth Alonso (39) yace boca arriba con unas siete puñaladas en medio de un río de sangre. Se presume, a priori, que la puñalada mortal fue la del cuello. Cuando llegó la policía ya nada se podía hacer para salvarle la vida.
Karina debía ir este viernes al Juzgado de Paz de Florencio Varela para entrevistarse con los psicólogos del cuerpo que hacían seguimiento de su caso que había comenzado el 28 de junio pasado, cuando la mujer denunció a su marido por violento. El confeso victimario había concurrido 24 horas antes de materializar el crimen. Y dijo que estaba respetando la medida judicial dictada.
La mujer de 39 años fue asesinada este jueves de varias puñaladas en su casa del humilde barrio El Molino y por el femicidio fue detenido su esposo, quien tenía una restricción perimetral y, tras matarla, se presentó en la comisaría de la zona y confesó el hecho, informaron fuentes policiales.
El hecho se descubrió cerca de las 7, cuando Gioia se presentó en la seccional segunda de Florencio Varela y dijo que acababa de matar con un cuchillo a su esposa, Karina Elizabeth Alonso.
Efectivos de la dependencia fueron entonces hasta la vivienda, situada en Pedro Agrelo al 1100, donde hallaron el cadáver de Alonso, que a simple vista presentaba entre seis y siete puñaladas, la más grave de ellas a la altura del cuello.
Tras la intervención de la fiscalía de turno, llegaron al lugar los peritos policiales, quienes recolectaron la evidencia y dispusieron el traslado del cuerpo de la víctima a la morgue judicial para que se realice la autopsia de rigor.
Las fuentes explicaron que, en base a las averiguaciones realizadas por los investigadores, Gioia tenía una restricción perimetral para acercarse a su esposa desde el 28 de junio pasado, dispuesta por el Juzgado de Paz de Florencio Varela.
La hija del Gioia, una joven de de 19 años que estaba presente al momento del hecho, contó a los pesquisas que a pesar de esa medida su padre había regresado al domicilio familiar hacía aproximadamente un mes y medio, aunque la relación entre ellos no era buena porque tenían problemas de infidelidad.
Tras el hallazgo del cuerpo de la mujer, Gioia quedó detenido a disposición de la Unidad Funcional 1 de Florencio Varela para ser indagado en las próximas horas.
Las fuentes informaron que el detenido trabajaba como albañil y que además de una hija de 19 años tiene un niño de 10, también fruto de su relación con Alonso.
