En un vibrante cierre de año, los talentosos integrantes de las escuelas municipales de patín de Florencio Varela dejaron sus huellas en el polideportivo municipal «La Patriada» con un deslumbrante espectáculo circense.
Más que una exhibición, fue una celebración de logros, esfuerzo y la magia que solo el patín artístico puede ofrecer.
La entrenadora Daniela Aznarez, con una sonrisa de orgullo, compartió sus impresiones sobre esta jornada única. «Fue una jornada intensa donde buscábamos demostrar a través de distintas coreografías lo aprendido a lo largo de este ciclo. Salió espectacular», expresó Aznarez, destacando el compromiso y la destreza de sus pupilos.
Aznarez no solo elogió el talento sobre ruedas, sino que subrayó el papel fundamental de las familias en este espectáculo. «El acompañamiento de las familias, abocadas en la previa a decorar el espacio con la temática elegida, fue crucial. Crearon el escenario perfecto para el brillo de los patinadores», añadió la instructora comunal.
En sus reflexiones finales, Aznarez delineó los pilares esenciales de la disciplina del patín artístico. Horas de entrenamiento, sacrificio, perseverancia, aprender de los errores y tener revancha se convierten en las lecciones que los patinadores llevan consigo más allá del escenario. Cada caída es una oportunidad para levantarse, y cada logro es el resultado de dedicación y pasión.
Este cierre de año no solo marcó el fin de una temporada de éxitos para las escuelas municipales de patín de Florencio Varela, sino que también fue un testimonio de la conexión especial entre los deportistas, sus familias y la comunidad. En la pista del polideportivo «La Patriada», el patín artístico no solo se trata de deslizarse con gracia, sino de construir vínculos y dejar una marca imborrable en el corazón de la ciudad.
