Florencio Varela – En una sesión histórica, el Consejo Superior de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) declaró por unanimidad la Emergencia Salarial y Comunitaria en todo el ámbito universitario. La resolución responde al grave deterioro del poder adquisitivo de docentes, nodocentes y estudiantes frente a la escalada inflacionaria y al congelamiento de políticas de apoyo por parte del gobierno nacional.
Los números que explican la emergencia
Según se informó, durante 2023 los trabajadores universitarios perdieron el equivalente a cuatro sueldos debido al desfasaje entre inflación y aumentos salariales. Lejos de mejorar, la tendencia continúa en 2024:
- Enero: inflación del 2,2% vs aumento salarial del 1,5%
- Febrero: inflación del 2,4% vs aumento del 1,2%
- Marzo: inflación del 3,7% y aumento del 0%
Esta pérdida de poder adquisitivo golpea especialmente a los docentes y nodocentes, que sostienen el funcionamiento diario de la universidad con salarios cada vez más licuados.
Estudiantes en situación crítica
La emergencia no solo abarca al sector trabajador, sino también a la comunidad estudiantil. Más del 60% de las mujeres jóvenes y más del 70% de los varones jóvenes que trabajan lo hacen en condiciones de informalidad, con largas jornadas, bajos sueldos y sin derechos laborales básicos, lo que dificulta o directamente impide la continuidad en los estudios.
Además, los costos para asistir a la universidad —viáticos, materiales, alimentos— aumentan constantemente, mientras que el monto de las becas Progresar continúa congelado en $35.000. Esa suma no alcanza ni para cubrir la mitad del gasto mensual estimado que necesita una persona para estudiar en condiciones dignas.
Como si fuera poco, muchos estudiantes ni siquiera tienen certeza de cuándo cobrarán esa beca, generando aún más incertidumbre y desánimo.
Una señal de alerta desde la UNAJ
La decisión del Consejo Superior de la UNAJ pone en evidencia la urgencia de una respuesta estatal a la crisis social y educativa. La declaración de Emergencia Salarial y Comunitaria busca visibilizar una situación que amenaza con expulsar a cientos de estudiantes del sistema universitario y precarizar aún más a quienes trabajan en él.
“Venir a la universidad hoy está en riesgo”, señalaron desde la comunidad académica.