Nancy primero se hizo vegetariana. Después vegana. Es el camino que eligen cada vez más personas en España, Argentina y en el mundo. Al principio Nancy no comía carne ni pescado. “Después di un paso más y ahora rechazo cualquier producto de origen animal ya sea en la alimentación como en la ropa o accesorios”, cuenta la mujer que lleva unos 20 años con esta forma de vida, siendo una de las pioneras en la zona del sur del conurbano. “Esto no es una moda, sino una filosofía de vida”, dice a Infosur sentada sobre unas tablas de madera mientras dibuja en el aire con sus manos cada una de las palabras.
Mucho se escucha sobre esta forma alternativa de alimentación, pero ¿cuáles son sus preceptos centrales? De acuerdo a la Unión Vegetariana Argentina (UVA) un vegano es quien sigue una dieta basada «en alimentos de origen vegetal, sin excepciones de ningún tipo, excluyendo en todo el ámbito de su vida el uso de derivados de animales o de productos que hayan implicado para su fabricación o producción la explotación o el sufrimiento de algún animal». El blog vegano suele explicar en detalle los motivos de esta expansión junto a recetas para tener en cuenta.
Lejos de ser un movimiento contracultural, el veganismo se consolida cada vez más en occidente y, según Manuel Martí, fundador y presidente de la Unión Vegetariana Argentina y representante para América Latina y el Caribe de la Unión Vegetariana Internacional, «si bien Alemania es líder, en Argentina es un movimiento irreversible y de claro ascenso», expresó a Télam. Está claro, cada vez hay más veganos.
Como postal ilustrativa -ya que no existen cifras del porcentaje de personas que se inclinan hacia esta alimentación- se realizó en el porteño Hotel Bauen la décima edición del Veg Fest, un evento anual que convocó a más de 3.000 personas. Pero es tanta la fuerza de sus adeptos que en 2016, la Argentina fue la sede de este evento a escala mundial, el World Veg Fest, con charlas, concientización y stands con productos veganos.
«No hay otro estilo de vida que pueda salvar al planeta como ser vegano o vegetariano», dice Martí y cuenta que en 2006 la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, publicó el informe «La larga sombra del ganado», que revela que «la industria que más gases de efecto invernadero que produce el calentamiento global es la de la carne, que contamina más que el petróleo».
Por lo tanto, alerta Martí, «lo que comes repercute en el calentamiento global, además de la muerte de 5.000 animales por segundo. Se beneficia el planeta, dejan de sufrir animales y cuidas tu salud, de hecho, en 2004 el doctor Colin Campbell reveló en ‘The China Study’, el más completo informe sobre nutrición, que todas las enfermedades crónicas, agudas y terminales son producidas por la ingesta de proteína animal».
Con el advenimiento de las redes sociales, la información sobre el veganismo se expandió rápidamente. «Es impresionante lo que está pasando, es una explosión incontrolable, algo que nadie esperaba y si bien sucede a nivel mundial, en Argentina -que tiene una fuerte tradición de carne- es muy fuerte la toma de conciencia».
Luciano Bonfico, crudi-vegano desde los 90 y administrador de una grupo online de 70 mil usuarios, sostiene que «el veganismo depende de la personalidad, pero lo puede hacer cualquiera, simplemente lo tiene que sentir y desarrollar una alimentación saludable. Hay más conciencia sobre los animales e Internet es un vehículo que masificó y potenció a tantos activistas».
