La Dra. Mercedes Leguía, jefa del servicio de Oftalmología de El Cruce de Florencio Varela, recibió un llamado telefónico de una colega de Bahía Blanca que le explicaba la necesidad de derivación de un paciente con un trauma complejo ocular-orbitario. El hombre tenía incrustado un cepillo de dientes en el ojo derecho que nadie precisó cómo llegó hasta ahí.
A partir de ese llamado se activó el protocolo para la atención del paciente en la prestigiosa institución de Florencio Varela y en menos de 24 horas el hombre ingresó al nosocomio.
Según informaron a Infosur desde el hospital, el paciente llegó el martes 4 de agosto a las 7 de la mañana. Como marca el protocolo, apenas arribado, se le realizó un hisopado pre-quirúrgico para descartar COVID-19, además de los estudios de rigor como la tomografía computada y examen oftalmológico completo.
Sin perder tiempo y mientras tanto en el quirófano el equipo de salud estaba preparado.
Participaron de la cirugía el Dr. Leonardo Piraino y la Dra. María Laura Carballo de cirugía general y del servicio de Oftalmología la Dra. María Florencia Montefinal Insua.
La cirugía fue un éxito y lograron extraerle el cuerpo extraño, un cepillo de dientes de plástico de ocho centímetros de largo.
De esta manera, se produce otra histórica cirugía en el hospital El Cruce que ya tiene antecedentes como quitar clavos que habían quedado incrustado en el corazón o reimplantar manos de un menor que se los había cortado con un machete.
En medio de la situación sanitaria actual de pandemia de coronavirus, la gestión en red sigue mostrando la eficacia y efectividad a la hora de resolver patologías complejas y también la emergencia. Es el caso del trabajo en red que se realizó entre el Hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce y el Hospital Interzonal General de Agudos Dr. José Penna de Bahía Blanca.
“El paciente ingresa con un cuerpo extraño, se lo podía observar que estaba dentro de la órbita y atravesaba el hueso maxilar y salía por la fosa nasal. Le hicimos un abordaje a través de la cara para poder retirar el cuerpo extraño sin ningún tipo de complicaciones, reparamos y reconstruimos la órbita. Se colocaron mallas, prótesis y sutura de los músculos periorbitarios para que el paciente no solo recupere la visión, sino la motilidad ocular”, explicó el Dr. Piraino.
La oftalmóloga remarcó la gravedad y complejidad del trauma lo que llevó que la cirugía durara alrededor de dos horas. “En quirófano pudimos retirar el cuerpo extraño y se procedió a la reparación de la fractura de piso y pared medial de la órbita. El cuerpo extraño ingresó por la cola de la ceja del ojo derecho atravesó el párpado superior e inferior y terminó fracturando la pared lateral de nariz”, sostuvo la Dra. Montefinal Insua.
El trabajo con precisión quirúrgica que realizaron los cirujanos posibilitó que el paciente recupere la visión completa y motilidad ocular y sin secuelas de gravedad.
El hombre fue operado por la mañana en El Cruce, “la cirugía se desarrolló sin complicaciones y luego de la recuperación anestésica el paciente regresó al Hospital Interzonal General de Agudos Dr. José Penna de Bahía Blanca donde cumplió el postoperatorio internado. A las 72 horas se controló al paciente en El Cruce y su evolución era favorable. Por eso, se le dio el alta y se indicó controles en el hospital derivante”, sostuvo la Dra. Montefinal Insua.
El día que le extrajeron con éxito un clavo que se incrusto en el corazón de un joven
Fue en enero del 2013. El equipo médico de cirugía cardiovascular del hospital El Cruce Alta Complejidad en Red Nestor Kirchner, retiro con éxito, el clavo del corazon de un joven de 19 años tras recibir el disparo de una pistola neumática, mientras trabajaba en una fábrica de pallets y maderera de la localidad de Cañuelas. Su amigo de toda la vida, y ahora compañero de trabajo fue a quien se le disparo la pistola neumática accidentalmente durante la jornada laboral.
En la operación los médicos pudieron extraer el clavo de 8 centímetros de largo que había impactado con presión en el pecho del paciente. El elemento perforante, atravesó el hueso del esternón y el ventrículo derecho del corazón quedando alojado dentro de esa cámara o cavidad cardiaca.
