Florencio Varela celebra al Señor de los Milagros con música, danzas y comida típica santiagueña
La calle Beruti de Villa del Plata comenzó a transformarse. Guirnaldas colgando entre los árboles, el humo de las parrillas, las empanadas recién horneadas y la música de bombos y violines marcan el inicio de una de las celebraciones religiosas más sentidas en Florencio Varela: la festividad del Señor de los Milagros de Mailín.
Este año, los festejos se extenderán durante dos días, el sábado 31 de mayo y el domingo 1° de junio, en la capilla ubicada entre las calles Carlos Casares y Carlos Tejedor, epicentro del encuentro comunitario. La tradición, que llegó desde Santiago del Estero traída por familias migrantes, encontró en el conurbano varelense tierra fértil para crecer y multiplicarse.
“Es una fiesta que no se olvida, porque la hacemos con el corazón”, dice Norma Díaz, una de las organizadoras, mientras acomoda flores frente al altar improvisado. En diálogo con El Aire de Aquí, programa de radio de la UNAJ, recordó la historia de esta devoción que se remonta a tiempos del Virreinato. “El Señor de los Milagros de Mailín es una cruz pequeña, tallada por pueblos originarios. La escondieron cuando expulsaron a los jesuitas. Años después, la encontraron en el monte. Desde entonces, es venerada”, explicó con emoción.
En Varela, todo comenzó por la promesa de un padre que, al sanar su hijo, llevó la cruz de casa en casa. Con los años, aquel gesto privado se volvió multitudinario. “Se armó un altar en el garaje de su casa, donde daban catequesis. Hasta vino el gobernador de Santiago del Estero a visitarlo. ¡Todo el barrio estaba sorprendido!”, recuerda Norma entre risas.
La fiesta de Mailín no se vive en silencio. Todo lo contrario: es música, danza, sabor y abrazo colectivo. “A veces hay que explicar que para nosotros rezar y bailar no son opuestos. Celebramos con alegría, porque es una forma de agradecer”, afirma Norma. Y agrega: “Más allá de lo religioso, es también el encuentro: vernos, reconocernos en las caras conocidas, compartir un plato, una historia, una canción”.
El cronograma incluye bautismos desde las 9:30 de la mañana, misas a las 14, 16 y 18 horas, puestos de comidas típicas, música en vivo y danzas folclóricas santiagueñas. El momento más esperado será la misa del domingo a las 11:30, presidida por el obispo auxiliar Eduardo Redondo. Si llueve, aseguran que igual habrá fiesta: “El Señor de los Milagros nos espera, llueva o truene. Si no es en la plaza, será en la capilla”, dice Norma, con esa fe sencilla que conmueve.
La entrada es libre y gratuita, y los organizadores invitan a toda la comunidad varelense a ser parte de esta fiesta que, con el correr de los años, se ganó un lugar en el corazón del barrio y en el calendario cultural del distrito.