Están solos y solas. Es una lucha desigual. Son los familiares de las víctimas fatales de la llamada «masacre de Varela» y las sobrevivientes, condenadas al ostracismo por una impunidad que les va ganando a la Justicia, por goleada.
Más 150 mil lectores únicos ingresados al portal en los últimos días, miles de comentarios en las redes sociales de vecinos varelenses indignados por el «archivo de la causa» le dieron algo de consuelo. Sin embargo, desde el mundo político y judicial optaron por un silencio que de proseguir podría traducirse en cómplice.
A decir verdad, el único dirigente político que se interesó por la situación mediante una comunicación con este diario fue Gualberto Ríos. Ni concejales, ni funcionarios, ni fiscales y jueces se manifestaron al respecto de una decisión que demuestra el estancamiento formal de la investigación. Y pone a la causa al borde de la impunidad.
Desde el ámbito judicial, el abogado de Magalí Pineda, sobreviviente de la balacera, el Dr. Luis Logran fue el único que se comunicó para poner a disposición y afirmó que evalúa el inicio de acciones legales al fisco y al Ministerio de Seguridad por «el desastre» que resultó la investigación.
Sandra Gómez, mamá de Sabrina Barrientos, una de las víctimas fatales, criticó en las redes sociales con dureza a Florencia Casamiquela, la abogada que eligió el viernes pasado grabar un video en el bajo vías de Zeballos pero no contesta las preguntas de la familia a quienes alguna vez patrocinó.
AL ARCHIVO
A un año y siete meses de la madrugada en la que fueron asesinadas dos chicas de 16 y 17 años, y otras dos fueron heridas por alguien que les disparó cuando esperaban el colectivo,en plena calle en una de las arterias más utilizadas de la zona,la causa fue archivada. O lo que es lo mismo, quedó formalmente estancada.
La masacre ocurrió el 11 de febrero del 2017 a las 6.07, a metros de la esquina de Senzabello y Los Andes. Las víctimas fatales fueron identificadas como Denise Daiana Juárez (17) y Sabrina Barrientos (15), en tanto las sobrevivientes fueron Némesis Núñez y Magalí Pineda.
El expediente con siete cuerpos que la Justicia de Varela archivó en los últimos días deja traslucir realmente una enorme desorientación respecto de quien o quienes fueron los criminales. El o los asesinos actuaron en plena calle, baleó con disparos certeros matando a dos chicas y dejando con secuelas irreversibles a otras dos y nadie pudo aportar datos a la causa que puedan arrojar luz.
Desde que Luis Weiman, el único que estuvo detenido por la causa, quedó en libertad por decisión del fiscal que investiga la causa en marzo del 2017, no hubo nuevos datos y finalmente sobrevino el fantasma de la impunidad a raíz del archivo.
