GRAVE DENUNCIA
El conocido dirigente peronista de La Plata, Guillermo González, sufrió un intento de asesinato en su propio local partidario, ubicado frente a la estación de trenes de la mencionada ciudad capital de la provincia de Buenos Aires.
“Estaba en el local y de repente veo que ingresan dos muchachos y pensé que venían a realizar alguna consulta”, le dijo minutos después Al portal Secciones Bonaerenses el “Gallego” González, quien de inmediato detalló que “cuando vi que uno sacó un arma y comenzaban a pegarme de la nada, creí que me mataban ahí nomás”.
Sin embargo, el referente del justicialismo platense recordó que antes de que comenzaran con los golpes “me dijerondejáte de joder porque no la vas a pasar bien a partir de ahora”. En ese momento, González pudo defenderse de la agresión y comenzó un duro forcejeo con los delincuentes.
“No jodas más, te vamos a matar, insistían con eso”, recordó el dirigente.
En ese momento, González se encontraba en su local con uno de sus colaboradores para coordinar acciones propias de la militancia política, dado que dicho lugar tiene mucho movimiento debido a las permanentes reuniones que allí se realizan.
Tras forcejear y tomarse a golpes de puño con los delincuentes, el “Gallego” pudo controlar la grave situación que finalmente no pasó a mayores, aunque sufrió heridas cortantes en el rostro, las manos y partes del cuerpo. Los gritos y el paso de gran cantidad de personas que transitan por la zona hicieron desactivar el accionar de los malvivientes.
Cuando intentaron escapar del local, uno de ellos fue capturado por el propio González y otras personas que se acercaban ocasionalmente al lugar producto de los gritos, en tanto que la que portaba la pistola no pudo ser detenido por la policía que intervino a los pocos minutos.
Cabe recordar que el “Gallego” González es un activo dirigente (“pero sobre todo, un militante”, aclara) de la ciudad de La Plata. En los últimos meses “pateó al tablero” del justicialismo cuando anunció, cansado del “manoseo de los mismos de siempre”, que de no ser tenidos en cuenta, los militantes iban a armar su propia lista de candidatos.
