El dramático pedido de auxilio de una joven en silla de ruedas para no quedar encerrada

1 de 2

Nacer con una discapacidad, ya es una diferencia del resto de las personas. En Varela, son varios los vecinos que por no contar con una calle pavimentada, no pueden acceder a una escuela de capacidades diferentes. Así es la realidad que vive Gisella, una joven discapacitada, que se moviliza en silla de ruedas, a quién la combi no puede retirar de su casa porque las calles son intransitables. Clama poder salir de su encierro y encontrar un mundo mejor tras la puerta de su hogar.

Gisella Lucas, tiene 27 años y una discapacidad que solo le permite movilizarse en silla de ruedas, pero en la realidad en la que vive en el barrio Villa Argentina, donde no existen las veredas, ni  las calles asfaltadas. La vida de esta joven, con sueños e ilusiones, solo se circunscribe a estar en un mejorado en el frente de su casa.

A comienzos de año, Susana Suarez, hermana y encargada de Gisella, recibió con alegría  la noticia de que la joven con discapacidad había sido aceptada en un nuevo centro para poder estudiar, pero la buena nueva fue truncada por la situación en la que viven. La casa de Susana no cuenta con asfalto por donde ingrese la camioneta para retirarla, y tampoco de vereda por donde puedan movilizarla hasta el asfalto más cercano.

“Es muy indignante, que mi hermana no pueda estudiar porque no tenemos calles acordes para que la camioneta del traslado, no puede ingresar a buscarla” manifiesta Susana, y aclara “En Villa Argentina, nadie hace nada para que vivamos un poco mejor”.

Susana tiene a cargo a Gisela de 27 con parálisis motriz,  a su madre con problemas hepáticos y a su vez de sus dos hijos. Todos juntos viven en la humilde vivienda de la calle 529 N° 2257 entre 544 y 546 en Villa Argentina.

En la zona, las veredas brillan por su ausencia. En algunos casos, hasta las zanjas, donde se desagotan las casas, están desbordadas impidiendo que alguien pueda cruzar desde la calle hasta las casas  o viceversa.

Susana como su familia sueñan con que Gisella pueda mejorar su calidad de vida estudiando, pero para ello necesita con urgencia, que desde la comuna local tomen su caso e inicien la pavimentación de su calle o en el peor de los casos que trabajen en la construcción de una vereda que  pueda unir la calle 529 entre 544 y 546. “Nosotros vivimos a tres casas de mejorado que está en la 546. Son 500 metros de vereda que necesitamos, aunque sea para poder nosotros llevarla hasta la esquina y que ahí la retire la combi, o la ambulancia o un remis cuando tenemos que ir al médico” expresa Susana.

La mujer, aclara que hoy por hoy si sucede algo con su hermana “tenemos que alzarla para sacarla hasta donde esté el auto que la lleva al médico para los controles. Es un esfuerzo enorme el que hacemos, porque ella ya tiene un peso importante. Con una vereda podríamos trasladarla con la silla de ruedas”.

Más allá de la discapacidad de la joven de 27, cuentan que “Ella se puede movilizar con la silla de ruedas, puede mover una de sus manos y  si tuviéramos un mejorado podría ver algo distinto que el estar encerrada en casa o desde el mejorado, que es donde está todo el día”.