En medio del estruendo provocado por el furioso temporal que azotó el pasado domingo, un sorprendente suceso emerge entre los escombros y la devastación. En el Santuario Nuestra Señora de Lourdes sobre la avenida Calchaquí, sede del Obispado de Quilmes y a pocos metros de la casa del Obispo Carlos Tissera, un gigantesco árbol cayó, desgarrando rejas y demoliendo una pared, dejando tras de sí una estampa casi apocalíptica. Sin embargo, en medio de este caos, la imagen de una virgen se yergue imperturbable, sin una sola marca del desastre que la rodea.
La grabación, enviada por María de los Ángeles Bazquez y capturada este lunes, nos muestra cómo resultó la preservación casi milagrosa de la virgen que reposa en el corazón del caos.
Un milagro sobre la avenida Calchaquí
El fenómeno no pasa desapercibido para la comunidad religiosa local, que interpreta este acontecimiento como un signo divino. «Es un recordatorio de la fortaleza de nuestra fe. En medio de la adversidad, la luz divina persiste», dijo un religioso a Infosur.
Para entender mejor este suceso aparentemente insólito, recurrimos a expertos en arboricultura. El Dr. Roberto González nos explica que la posición y la estructura del árbol, junto con la orientación de la estatua, podrían haber jugado un papel crucial en la protección de la virgen. Sin embargo, incluso con explicaciones científicas, la sensación de lo trascendental persiste.
A medida que la comunidad se recupera y comienza a reconstruir lo que el temporal destruyó, la imagen de la virgen de Lourdes se convierte en un faro de esperanza y reflexión. Un recordatorio de que, incluso en medio de la tormenta, hay símbolos de resistencia que desafían la lógica y susurran historias que van más allá de lo que los ojos pueden ver.
