El viento caliente de la tarde sacudía las cortinas blancas que colgaban en la entrada de la casa. Afuera, en la vereda de Canalejas Méndez 1249, vecinos y familiares se abrazaban en un dolor compartido. Paloma Gallardo, la adolescente de 16 años asesinada junto a su amigo Josué Salvatierra, fue velada en el templo evangelista que su padre, Omar Gallardo, levantó en Bosques.
En esta parte de la despedida, no hubo sala de velatorio ni cajón en penumbras. Su padre, pastor de la Iglesia de Dios, decidió despedirla con las puertas abiertas de su hogar, para que todo el barrio pudiera acompañarla en su último viaje. A la intemperie, entre lágrimas y oraciones, Paloma fue velada en la vereda de su casa.
«No ensucien la memoria de mi hija»
Alicia Pita, su madre, se paró frente a los micrófonos con la voz quebrada pero firme.
“Esperaba que los medios me acompañaran antes, para encontrarlos vivos. No solo eso, sino que después han querido ensuciar la memoria de mi hija y cuestionar a mi familia. Los perdono, ya no me voy a quedar con ese rencor en el corazón”, expresó.
El padre de la joven fue más allá. Exigió la presencia del Ministerio de Seguridad bonaerense y del intendente municipal.
“Los esperamos para que lloren junto al cajón con nosotros y nos den respuestas”.
El crimen que sacudió a Bosques
Paloma y Josué desaparecieron el jueves. Ella salió de su casa con una botella de agua y algo de dinero para ir al gimnasio. En el camino, se encontró con Josué, su amigo y con quien se decía que tenía una relación desde hacía poco más de dos meses.
Juntos caminaron hacia un descampado en Arturo Capdevila y la Colectora Ruta 36. Ese fue el último rastro que dejaron. Los mataron a golpes y sus cuerpos aparecieron dos días después en un terreno abandonado.
La investigación apunta a un crimen en ocasión de robo, pero la familia y los vecinos sostienen otra hipótesis: Paloma y Josué habrían visto algo que no debían ver en una zona marcada por el narcomenudeo.
Una despedida en el Cruce y la última marcha
Después del velatorio en Bosques, los restos de Paloma fueron trasladados a la cochería Colonial del Cruce Varela, donde seguiría la ceremonia.
