Adentrarse en las primeras fojas del expediente del parricidio que conmueve a Florencio Varela y al país, es ingresar en un mundo con detalles escalofriantes. Cada escrito chorrea sangre.
Norma Verjes (70) miraba televisión cuando un mazazo le partió el cráneo, pero no la mató. El segundo habría sido el mortal. Eso se desprende de la declaración de la amiga del supuesto asesino quien fue la que denunció y destapó el doble crimen. «Estaba fumando marihuana, mi madrastra miraba televisión y le partí un mazazo en la cabeza. El primer golpe no la mató, así que la rematé en el piso». Ese detalle macabro fue el que le habría confesado Luis Ramírez (33) a su ex compañera de secundario. Y está resaltado en amarillo en una copia del expediente más buscado por estas horas.
El testimonio de la mujer aporta aún más detalles. Dice que Ramírez esperó a su padre que volviera de jugar a las bochas y también lo asesinó a mazazos. Y precisó que los mató hace diez días, aunque la data de muerte será confirmada tras la autopsia de los cuerpos hallados envueltos en frazadas, enterrados boca abajo y en avanzado estado de descomposición.
El asesinato ocurrió en una vivienda situada en la calle Bucarest 775, en Florencio Varela, donde residían Apolinario Ramírez (70) y su actual pareja Norma Verjes (70). Esta última la propietaria de la vivienda.
La madeja del crimen comenzó a desenmarañarse, según las fuentes consultadas por Infosur, cuando una mujer se presentó en la comisaría 1ra. De Florencio Varela y denunció que su amigo Luis Ramírez, hijo de Apolinario, le confesó que había matado a su padre y a Vejes y enterrado sus cuerpos en el jardín de la casa.
Ante esta denuncia, el personal policial se trasladó hasta la vivienda de la calle Bucarest donde constató la ausencia tanto de la pareja como del supuesto asesino, por lo que comenzaron con las diligencias de rigor, dijeron los informantes.
Según las fuentes, se le dio intervención a la fiscal María Nuria Gutiérrez de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 descentralizada de Florencio Varela quien inició actuaciones por “averiguación de ilícito” y ordenó realizar excavaciones en la casa.Para esta tarea fueron convocados los peritos de la División Casos Especiales de Policía Científica bonaerense y del Cuerpo de Antropología Forense del Ministerio de Seguridad de la provincia, además de efectivos de la Jefatura Distrital Florencio Varela y de la Departamental Quilmes.
Las fuentes precisaron que los peritos advirtieron en el terreno irregular del jardín un sector de tierra removida, tapado con maderas y chapas, al lado de una especie de huerta, y cavaron allí.
Tras varias horas de trabajo, los efectivos hallaron enterrados a unos 70 centímetros de profundidad los cadáveres de un hombre y una mujer envueltos en una frazada y en un avanzado estado de descomposición, señalaron los voceros.
La hipótesis más firme en la que trabaja por estas horas la fiscal Gutiérrez apunta a un móvil por dinero. En las declaraciones tomadas en la causa, se señala que Ramírez mostró a su amiga un un fajo de billetes: «Mirá, acá tengo 10 lucas, es la plata que les robé. Los maté y los enterré en el patio». Además, se había comprado un auto que este jueves fue secuestrado por la policía y estaba estacionado en la puerta de la comisaría primera que lleva la instrucción de la causa.
En tanto, según se supo, Apolinario guardaba un dinero en su casa producto de la venta de una precaria vivienda y su pareja cobraba pensión y jubilación. Todos esos detalles más otros que figuran en la causa hacen presuponer a los agentes policiales que el móvil más firme es el del dinero.
Es más, para la fiscalía el móvil del crimen podría ser para consumar el apoderamiento del dinero.
Los datos señalan además la mala relación que existía entre el supuesto asesino y Norma. “Norma no lo quería en la casa, lo echaba cada dos días”, dijo una de las vecinas. Otra pobladora de la barriada señaló que Luis ya había sido interrogado por la Policía, a partir de su propia denuncia por sentir olores nauseabundos: «Vino la policía, le preguntó dónde estaban los padres y les dijo que se habían ido a Córdoba, pero entró en contradicciones. Después todo quedó ahí y ahora está prófugo».
