La mañana del miércoles comenzó con movimiento en las calles de Florencio Varela. Desde temprano, militantes, agrupaciones políticas, sindicatos y organizaciones sociales comenzaron a organizarse en las distintas plazas y unidades básicas para sumarse a la marcha nacional convocada en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, tras la decisión de la Corte Suprema de dejar firme su condena a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos.
En Varela, como en otros puntos del conurbano, la convocatoria tuvo sus epicentros en puntos neurálgicos como la sede del Consejo del Partido Justicialista (Av. San Martin y Urquiza), la estación de tren, la rotonda de Berraymundo y la avenida San Martín. Desde allí partirán antes del mediodía colectivos y autos particulares hacia la Plaza de Mayo, en una jornada que volvió a unir a miles bajo una misma consigna: «Cristina libre».
«Nos quieren proscribir otra vez, pero no lo vamos a permitir. Desde Varela salimos a defenderla», expresó una vecina y militante de Villa Argentina, mientras esperaba su micro junto a un grupo de jóvenes con banderas de La Cámpora y el Movimiento Evita. A su lado, trabajadores estatales de ATE ya se encontraban en paro, siguiendo la medida de fuerza convocada por el gremio.
La marcha, que inicialmente iba a realizarse frente a los Tribunales, se trasladó finalmente a Plaza de Mayo, donde un fuerte operativo de seguridad blindó la zona desde temprano. Las imágenes de camiones hidrantes, vallas y cientos de efectivos policiales contrastaban con los micros cargados de militancia que salían desde distintos barrios del conurbano.
Desde la Universidad Nacional Arturo Jauretche, también partieron Nodocentes, estudiantes y docentes que manifestaron su rechazo a la sentencia judicial.
En la ciudad de Buenos Aires, se sumaran columnas de La Cámpora, el Frente Renovador, Patria Grande, Nuevo Encuentro, Barrios de Pie, el Polo Obrero y partidos de izquierda como el FIT y el Nuevo MAS. La CGT, sin convocar formalmente, dio libertad de acción a los gremios, y ATE junto a los judiciales de CABA pararon por completo.