A medida que pasan los días, la investigación por el supuesto pedido de coimas para librerar a dos presos en la comisaría sexta de Varela avanza hacia la conexión con la droga.
¿Por qué? A lo largo de las fojas de expediente se empezó horas atrás a profundizar esa línea aunque ya existían indicios. En varias oportunidades aparecen comentarios en la causa que insinúan una conexión de l supuesto “Negro José” con el manejo de dinero turbio de la seccional. Pero, a partir de ahora la Justicia podría contar con un elemento más contundente.
El 16 de febrero pasado la comisaría de Ingeniero Allan recibe un oficio de parte de la Fiscalía General de Quilmes en la que ordena llevar adelante la investigación por la supuesta venta de estupefacientes. El sindicado en el oficio judicial que proporciona dos objetivos concretos, es justamente el carnicero detenido por los oficiales acusados de pedirle 150 mil pesos para liberarlo. Y el dato puede arrojar luz sobre la situaciòn: ¿El carnicero era perseguido por los efectivos policiales para sacarles dinero a cambio de libertad y no profundizar sobre el pedido que venía de la fiscalía 3?
El Dr. Bustos Rivas, quien investiga el supuesto pedido de coimas, tiene ahora este elemento. Sólo deberá pedir el registro de antecedentes del la supuesta víctima de extorsión.
EL NEGRO
La copia del expediente que va acumulando fojas tiene marcado con resaltador un nombre que fue apareciendo de a poco en la investigación por el supuesto pedido de coimas de cuatro policías de la comisaría sexta de Florencio Varela para liberar a dos detenidos. “El Negro José”.
¿Quién es? Los investigadores van atando cabos sueltos lo que, presumen, permitirá en las próximas horas dilucidar su verdadera identidad.
¿Cómo apareció en la causa? En principio fueron varios los testigos que lo nombraron desde el comienzo de la investigación. Se presume que era un hombre de extrema confianza del comisario Eduardo Oscar Skramowskyj, a quien desafectaron de la secciona por esas menciones. Algunos hasta lo señalaron como “secretario privado” del jefe policial.
¿Es policía?. No. Todo indica que es un civil. Lo extraño es que varios testigos lo señalaron utilizando indumentaria de la policía y hasta chaleco de la fuerza.
¿Es su verdadero nombre? Pareciera que no. Aunque nadie confirma o desmiente, su verdadera identidad es objeto de varios dolores de cabeza para el fiscal de la causa.
Las principales hipótesis de quienes llevan adelante la causa es que el “Negro José” podría ser un eslabón importante en la supuesta recaudación de dinero sucio o dudoso.
Tal como adelantó este medio, el caso comenzó a las 11 de la mañana del viernes 23 de febrero cuando, por lo que figura en las actuaciones, personal del servicio de calle de la seccional de Ingeniero Allan observó en 1246 y 1211, de esa localidad, a “dos hombres en una actitud sospechosa dentro de un Fiat 147 de color azul”, quienes “intentaron evadir el control, hasta que fueron interceptados” y llevados a la comisaría por “averiguación de ilícito”. Hasta aquí, un operativo de rutina.
Los hombres tienen 36 y 26 años. El primero es un carnicero que, ya demorado, llamó a su esposa para pedirle que fuera a la seccional “a solucionar el problema”, sugerencia que habría repetido uno de los policías desde el mismo teléfono del aprehendido, explicó un vocero oficial. Sospechando que algo irregular estaba pasando, la mujer llamó a su abogado y juntos se contactaron con la Auditoría de Asuntos Internos del ministerio de Seguridad, que comunicó el caso a la fiscalía en turno.
El titular de la UFI descentralizada 5 de Varela, Bustos Rivas, informó que “en ningún momento lo habían notificado del procedimiento”, por lo que todos se trasladaron a la seccional de Ingeniero Allan.
Para entonces los dos demorados ya habían sido llevados a cuerpo médico de la policía, en tanto que el Fiat 147 había quedado secuestrado en la dependencia. Según voceros del caso, “la esposa del comerciante reconoció a un teniente del servicio de calle como quien le había pedido el dinero”.
Este agente, identificado oficialmente como Carlos Tortorella, quedó detenido, igual que el subteniente Germán Madueño; el oficial Antonio Hooper; y el oficial subayudante Marcelo Bordón, todos por “privación de la libertad coactiva”.
