El paso de los jesuitas, hasta su expulsión por decreto real en 1767, dejó una profunda huella cultural y arquitectónica en Tafí del Valle, localidad turística de los Valles Calchaquíes tucumanos, donde los visitantes pueden recorrer una serie de estancias productivas, que fueron adquiridas por familias del lugar, y que forman parte de la oferta de turismo rural de la provincia.
La experiencia de visitar, recorrer y hasta hospedarse en estas estancias históricas, de anchos muros de adobe y piedra, que pueblan la villa turística de Tafí del Valle, son parte de un itinerario lleno de encanto, donde se dibuja el perfil de una arquitectura colonial típica de la zona.
Las tierras donde se erigieron estos establecimientos productivos que instalaron los jesuitas, y que quedaron en pie luego de su expulsión en 1767, fueron adquiridos por distintas familias tucumanas que las abrieron al turismo.
Es así que hoy se pueden conocer estancias como Las Tacanas, La Banda -hoy Museo Histórico Nacional con su capilla-, El Churqui, Los Cuartos y Las Carreras.
En aquella época los jesuitas trajeron entre sus ideas la receta del queso «manchego» de la región española de La Mancha, y en estas tierras se «argentinizó» y en lugar de leche de oveja se elaboró con leche de vaca, que continúa hasta nuestros días, y que convirtió a este producto en los famosos «Quesos tafinistos».
Hay queso «natural» pero también saborizado con las hierbas aromáticas de la región, y, por ejemplo, en la estancia Las Carreras, que desde 1779 es propiedad de la familia de Inés Frías Silva, se elabora esta receta de queso tafinisto que es uno de los atractivos para quienes visitan el establecimiento, y, sobre todo, Tafí del Valle.
Las Carreras, ubicada en la Ruta Provincial 325, km 13,5, en Tafí del Valle, tiene su marca en estos quesos con la letra «M» como la yerra, y ofrece a los visitantes recorrer la quesería, conocer el proceso, el paso a paso del maestro quesero, y probar el producto final.
Este establecimiento tuvo hacia el 2001 su primera apertura al turismo, y como hospedaje, ampliaron un ala con nuevas habitaciones con un diseño que semeja el edificio original.
El lugar ofrece cenas, almuerzos y meriendas con un despliegue de gastronomía y regional y un toque gourmet, y además de las historias familiares originales a cargo de Frías Silva, los visitantes pueden realizar cabalgatas, senderismo y otras propuestas de turismo activo.
Clave para conocer la huella de los jesuitas en la zona es recorrer el Museo de la Banda, con su capilla, y en plena villa veraniega de Tafí, y la estancia Los Cuartos, con su propuesta turística: «Un viaje en el tiempo hacia 1910».
Se trata de una experiencia que, con las tecnologías contemporáneas, como utilizan museos de Barcelona, se logra conocer en profundidad la vida de las personalidades que dejaron su impronta en el sitio.
«Las visitas son de grupos pequeños, de hasta ocho personas, a las que se entrega un dispositivo individual con auriculares -español, inglés- para escuchar la narración de hechos, historias y anécdotas que sucedieron en el lugar», cuenta Raquel Soaje, a cargo de la estancia de su familia.
Los visitantes pueden hospedarse en las cinco habitaciones originales con que cuenta el casco de la estancia Los Cuartos, donde también funcionó una quesería que ya no elabora quesos, pero fueron muy conocidos como los quesos tafinistos con su marca «Lc», y cuya historia se cuenta en este recorrido de interpretación.
Los muebles, las prendas de hace dos siglos, los cuadros originales y hasta piezas de platería de colección, son parte de esta propuesta que conduce hacia el 1910, el primer centenario de la Revolución de Mayo.
Además, aquellos turistas que quieran conocer las bodegas de la zona luego de visitar las estancias jesuíticas, pueden acceder desde Tafí a la Ruta del Vino de Tucumán, la cual se despliega durante todo el recorrido, a través de RP 307, luego un corto tramo de RP 357, y la RN 40.