Florencio Varela se encuentra en estado de conmoción tras el sorpresivo cierre de la fábrica Fabio Hnos, un ícono industrial que desde 1951 se dedicaba a la fabricación de bulones, tuercas, arandelas y piezas especiales. Con más de 70 años de trayectoria, la planta era una de las más reconocidas en la región, pero la crisis del consumo la llevó a bajar sus persianas, dejando a 76 obreros sin empleo.
Los empleados, en su mayoría vecinos de Varela, se encontraron con una escena desoladora al llegar a la fábrica: los portones estaban cerrados sin previo aviso, y hasta el mediodía no habían recibido una explicación oficial sobre lo sucedido. A la espera de la intervención de los abogados, los trabajadores se agolpan en la entrada, con la incertidumbre marcando sus rostros.
Poco después supieron que se trataba del cierre de la histórica metalúrgica. Incluso, se menciona que la actividad de la empresa podría seguir con la planta que tienen en la provincia de San Luis.
La fábrica Fabio Hnos era conocida por sus rigurosos controles de calidad y su capacidad para llevar adelante todo el proceso de producción internamente, desde la fabricación y templado hasta el recubrimiento electrolítico de las piezas. Con maquinaria de última generación y un personal altamente capacitado, la empresa se enorgullecía de su Certificación ISO 9001:2008, que garantizaba la excelencia en cada producto.
Crisis de consumo y obreros en la calle
Sin embargo, la persistente crisis del consumo y las dificultades económicas que afectan al país con la gestión de Javier Mileii terminaron por asestar el golpe final. A pesar de contar con tecnologías de punta y un equipo comprometido, Fabio Hnos aparentemente no logró resistir la presión del mercado, convirtiéndose en la última víctima de una cadena de cierres que viene golpeando a la industria nacional.
Este cierre deja a 76 familias en la incertidumbre, y a Florencio Varela sin una de sus fábricas más emblemáticas. Los trabajadores esperan respuestas y soluciones mientras el futuro de la planta, y el de sus empleos, pende de un hilo.
