A partir de este lunes 16 de septiembre, los usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que utilicen el servicio de tren enfrentan un nuevo aumento en las tarifas, con un incremento del 40%.
Según la resolución 33/2024 publicada por la Secretaría de Transporte en el Boletín Oficial, el boleto mínimo, para quienes cuenten con una tarjeta SUBE registrada, pasó de $200 a $280. Este ajuste forma parte de una serie de incrementos acumulados que han llevado a que, desde enero de este año, las tarifas ferroviarias urbanas subieran un 478%.
Nuevas tarifas por distancia en tren
El aumento también afecta a los boletos según la distancia recorrida en tren. Para trayectos de entre 12 y 27 kilómetros, el precio del pasaje subió a $360, mientras que para distancias superiores a 27 kilómetros, el costo es de $450. Los usuarios que no tengan su tarjeta SUBE registrada deberán pagar $560 por el boleto mínimo, y quienes abonen en efectivo verán el precio aumentar a $900.
Tarifa social y trenes nacionales
Los pasajeros que cuenten con tarifa social, que ofrece un descuento del 55%, abonarán $154 como mínimo. Además, las líneas de trenes de jurisdicción nacional, como el Belgrano Sur o el Roca, presentarán tarifas que oscilan entre $224 y $1.120, dependiendo del tramo recorrido.
Impacto en el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM)
Este aumento en las tarifas del tren tendrá un impacto significativo en el bolsillo de los trabajadores. Si un usuario realiza 60 viajes al mes (dos por día durante 30 días), gastará $16.800 solo en transporte con la tarifa mínima de $280. Al comparar este gasto con el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) de septiembre de 2024, que asciende a $268.056,50, el costo de esos 60 viajes representa el 6,27% del ingreso mensual.
Para quienes realicen 120 viajes al mes (cuatro por día), el gasto se duplicará a $33.600, lo que equivale al 12,53% del salario mínimo. Aquellos que no tengan la tarjeta SUBE registrada y viajen con la tarifa más cara, gastarán $54.000 al mes, lo que representa un 20,15% del SMVM.
Este nuevo ajuste genera preocupación entre los usuarios del transporte público, especialmente para quienes dependen del tren como su principal medio de movilidad diaria en el AMBA.
