Con un acatamiento del 100%, la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) vivió ayer su primer día de paro total, en una contundente manifestación de rechazo hacia las políticas educativas del gobierno.
La protesta, que culmina hoy con una marcha hacia el Congreso, mostró la determinación de la comunidad universitaria en defender el derecho a la educación pública y gratuita, en consonancia con todo el sistema universitario del país.
Clara Chevalier, representante del sindicato docente local, expresó: «Vimos una postal del futuro que nos proponen Petovello y Milei: la universidad vacía, sin actividad. Esta es la vía de reclamo que le queda a la comunidad ante la promesa incumplida de la ministra Petovello de presentar una propuesta el jueves pasado”.
El paro, que paralizó completamente las actividades en la UNAJ, fue respaldado no solo por los docentes y Nodocentes, sino también por los estudiantes. La comunidad educativa decidió elevar su voz ante lo que consideran un ajuste brutal en el sector educativo, el cual se ve reflejado en recortes presupuestarios que casi duplican los realizados en otras áreas de la administración pública.
En una carta abierta dirigida al estudiantado, los docentes subrayaron la importancia de defender la universidad pública. «Estamos ante un ajuste que golpea con especial dureza a la educación. Defender la universidad pública es defender nuestro futuro», señalaron en el documento, llamando a la reflexión y a la acción conjunta.
Hoy, la medida de fuerza continúa con una convocatoria a movilizarse hacia la Plaza Congreso. El objetivo es expresar el rechazo rotundo a la Ley de Bases, una iniciativa que, según los manifestantes, amenaza con destruir las pymes, la industria nacional y la posibilidad de un desarrollo equitativo que beneficie a la sociedad en su conjunto.
La protesta de la UNAJ se suma a una ola de descontento que se extiende por varias universidades del país, todas enfrentando situaciones similares de precarización y ajuste. La marcha al Congreso promete ser multitudinaria, con la participación de diversas organizaciones estudiantiles, gremiales y sociales que buscan frenar lo que consideran un ataque directo a la educación y a la industria nacional.
Mientras tanto, la comunidad educativa de Florencio Varela sigue en pie de lucha, con la convicción de que la defensa de la universidad pública es una causa justa y necesaria. En un contexto de incertidumbre y desafíos, la UNAJ se erige como un bastión de resistencia y esperanza, dispuesto a dar la batalla por un futuro con educación para todos.