Abril y mayo son, quizás los meses más dulces en Nueva York. Después del frío y de las nevadas, la primavera llama a la puerta, el hielo desaparece de las calles y llega el anhelado buen tiempo.
Los parques y plazas se llenan de flores, las terrazas vuelven a tomar las calles, vuelven a celebrarse festivales y la temporada teatral está en su apogeo. Es momento entonces de decidirse y averiguar ofertas y promociones. Hoteles en Nueva York hay de todos los tamaños y las ofertas están a la orden del día igual que los paquetes para tomarse esa semana de vacaciones tan anhelada.
En tanto estos meses son perfectos para quienes quieran disfrutar del calor de Brasil sin sufrir las altas temperaturas del verano. A partir de abril se inicia la temporada baja, los hoteles en Río de Janeiro son más económicos y la ciudad tiene menos gente.
Los cariocas han vuelto al trabajo y a los estudios, así que (aunque nunca están vacías) durante los días de la semana las playas están menos concurridas y no hay colas para visitar museos o monumentos. Río siempre es un placer.