A nueve meses de la desaparición de Salvador Altamura, el abogado quilmeño que se sospecha fue asesinado, continúa su búsqueda mediante rastrillajes que se llevan a cabo en la zona de la ribera de la localidad de Bernal, informaron hoy fuentes judiciales.
Esta mañana se reiniciaron los rastrillajes que también se desplegaron ayer a esa zona del partido de Quilmes, según detallaron voceros vinculados a la investigación del hecho, por el que hay un detenido.
«Es un procedimiento que forma parte de la investigación. Intervienen el área de Búsqueda de Personas y distintas divisiones de la Policía Federal Argentina con perros rastreadores», agregó una fuente con acceso a la investigación.
La causa es investigada por la fiscal Ximenta Santoro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial de Quilmes.
Salvador Altamura fue visto por última vez el 13 de julio a las 18, cuando pasó por la puerta de su departamento del centro de la localidad de Quilmes manejando una moto Honda y fue captado por las cámaras de seguridad.
Altamura era abogado pero no ejercía la profesión, corría en forma amateur carreras de motociclismo, había vendido su empresa de polietileno y para el momento de su desaparición se dedicaba a importar materias primas para ese rubro industrial.
Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que lo secuestraron y torturaron para sacarle una supuesta cantidad de dinero y lo mataron porque los conocía.
Por el supuesto «homicidio criminis causa (para ocultar otro delito) y robo agravado» hay un detenido, Darío Dening, quien era amigo de la víctima.