Las luces de alarma comenzaron a encenderse ante la velocidad de contagio del coronavirus en el Área Metropolitana y el consiguiente efecto “camas calientes”, es decir la preocupación por el elevado índice de ocupación de las salas de terapia intensiva.
La semana pasada funcionarios de salud señalaron que en algunos de los distritos más populosos del conurbano la ocupación superaba el 70 por ciento. Y Florencio Varela estaba entre los municipios preocupados por la situación.
Pero quien lo graficó de manera contundente fue el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, quien le puso palabras dramáticas a la situación que por estas horas se vive entre el personal sanitario y, en especial, entre aquellos que trabajan en la primera línea de fuego: los médicos intensivistas, quienes, según advirtió, “ya no sienten solamente miedo, sino terror” de llegar a situaciones extremas en el uso de las camas críticas de los hospitales bonaerenses.
El diagnóstico de Gollán se basó en una conversación que, según dijo, mantuvo con la médica y jefa del servicio de terapia intensiva del hospital San Martín de La Plata, Elisa Estenssoro.
Con los números alarmantes de las últimas semanas y los preocupantes récords registrados el miércoles (2635 contagios y 38 muertes), se evaluaron todos los detalles en la previa al anuncio de una nueva etapa de la cuarentena.
Una de las mayores preocupaciones del Gobierno en el marco de la pandemia de Covid-19 es el crecimiento de la circulación de personas. Por eso, las medidas implicarían restricciones al transporte público y a los permisos otorgados.
En las primeras semanas de la cuarentena los rubros permitidos eran unos 24, pero ese número fue creciendo con las prórrogas y hoy llega a 54. En este sentido, el anuncio implicaría para el AMBA una vuelta atrás y un escenario similar al del inicio del confinamiento.
En el caso del transporte público, uno de los grandes focos de contagio, se intensificarán los controles. Ayer, el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, planteó una medida más drástica: “Cancelar el transporte público durante 15 días es una de las opciones que se están barajando y discutiendo”, sostuvo.
Las posiciones aún no son del todo compatibles, pero tanto Nación como Provincia y Ciudad se encuentran en alerta ante el avance de la pandemia. “Habrá una restricción mayor estos días para llegar a una salida de una vez por todas: con reapertura inteligente al final del camino. Hay que apretar los dientes. Se vienen semanas complejas”, sostuvo ayer Rodríguez Larreta en el marco de una reunión de gabinete ampliado.
“Hay establecimientos que están en el 80 por ciento y otros en torno al 40 por ciento”, comparó al respecto el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, que alertó: “No hay un tema crítico hoy, pero en unas semanas podemos tener un problema”.
También, el jefe de la cartera sanitaria nacional admitió que “el incremento fue tan brutal las últimas semanas que nos hizo asustar”.
Lo que dejó al desnudo el coronavirus
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, afirmó que el coronavirus «contribuyó a exhibir desigualdades, dificultades y retrasos», por lo que evaluó que cada decisión que se adopte en la actualidad debe ser «un ladrillo con el cual construir un país y una provincia mejores».
El mandatario participó de la apertura de las conferencias virtuales «Escenarios Socio-productivos para la pospandemia en la provincia de Buenos Aires», donde propuso no pensar cómo va a ser el mundo, la Argentina o la provincia después del coronavirus sino preguntarse «qué se puede hacer hoy para que el futuro nos encuentre mejor parados».
Kicillof recordó que asumió en diciembre «en medio de una profunda crisis económica, social, sanitaria, productiva y educativa», destacó que su administración estaba diseñando instrumen
