El enigma que rodea a la desaparición de Lucas Escalante y el crimen de Lautaro Morello en Florencio Varela profundiza la pista azul con las detenciones de otros tres policías: exsecretarios del cuestionado comisario Francisco Centurión y un jefe operativo vinculado al caso. La investigación, liderada por el fiscal Daniel Ichazo, revela conexiones más profundas dentro de la Policía Bonaerense.
En un capítulo que intensifica el misterio en torno al caso Morello-Escalante, la trama policial suma tres protagonistas más: Ramiro Forchinito, Juan Britos y Damián Rodríguez. Detenidos en una operación orquestada por la Policía Federal Argentina, estas figuras, vinculadas a la estructura policial bonaerense, caen en el escrutinio judicial del fiscal Daniel Ichazo.
Forchinito y Britos, hasta hace poco secretarios del comisario Francisco Centurión, ahora comparten celda en una nueva fase de la investigación. Centurión, jefe de Interpol de la Policía Bonaerense, ya enfrenta prisión preventiva por su presunta participación en el secuestro y desaparición de Lucas Escalante.
El tercer detenido, Damián Rodríguez, arroja luz sobre las conexiones que se tejen en las sombras de la investigación. Jefe de grupo operativo de la DDI Quilmes y mano derecha del comisario Zaracho, este nuevo protagonista del caso queda entreverado en el enigma. Aunque Zaracho está vinculado a la causa, actualmente permanece en libertad, profundizando el misterio que rodea al entramado policial en torno a los crímenes de Morello y la desaparición de Escalante.
El accionar del fiscal Ichazo, el acompañamiento del Dr. Dieguez a la familia Morello y el personal de la PFA destapan capas adicionales de complicidad y oscuros vínculos dentro de la fuerza policial. Cada detención es un paso más hacia la verdad, aunque esta se oculte entre las sombras de la Policía Bonaerense. La incansable búsqueda de respuestas sigue, mientras la tensión crece en torno a los protagonistas de esta trama policial en desarrollo.
Crimen de Lautaro Morello y desaparición de Lucas Escalante
El caso se remonta a la noche del 9 de diciembre pasado, cuando Lucas Escalante y su amigo Lautaro Morello visitaron la casa quinta de Centurión, entonces comisario de la Policía Bonaerense y jefe del Enlace Interpol. El motivo aparente: obtener vales policiales de nafta prometidos por el hijo del comisario, Cristian Centurión. Sin embargo, esta visita marcó la última vez que ambos jóvenes fueron vistos con vida. El cuerpo calcinado de Lautaro Morello apareció días después, mientras Lucas Escalante sigue desaparecido.
La fiscalía sostiene la hipótesis de que Escalante fue ilegalmente privado de su libertad y asesinado, vinculando a Centurión con un papel crucial en el plan criminal. Pruebas encontradas entre las pertenencias del excomisario, incluyendo la historia clínica psicológica de Lucas Escalante y datos detallados de su familia, refuerzan la sospecha de una participación más allá del simple encubrimiento. El teléfono celular de Centurión, activado cerca del lugar del hallazgo de Morello, añade un nuevo nivel de incriminación.