Indignación, tristeza, bronca, es la que expresa, Daiana Saucedo, quien vive entre los barrios Nicolás Avellaneda y San Rudecindo de Florencio Varela, quien para llevar a sus hijos a la escuela los días posteriores a tormentas o lluvias, debe superar un importante lodazal, por el estado de abandono que presenta la zona.
“Son más de 30 los chicos que pasan por ahí” cuenta la mujer, en referencia a la calle Lisandro de la Torre esquina avenida Patagones y Villarino, trayecto que realizan para llegar a la escuela primaria N°24.
Daiana Salcedo, asegura que pasa por esa zona “a la mañana con mi hijo que va a sexto grado y la más chiquita al jardín. Y al medio día con la nene que va a la tarde a tercero”. Y aclara “ los días posteriores a la lluvia se hacen una odisea. Los nenes llegan embarrados completamente” y remarca “acá no hay iluminación, ni ningún tipo de mejorado”.
La calle en cuestión, se encuentra pasando la fábrica que esta paralela a las vías del ferrocarril. Distante a tres cuadras de la escuela. “hago 2 cuadras de barro y sin veredas, cada día. Los días de invierno con lluvia o neblina esto es una cueva de lobos” dijo la mujer, que aclaró que “el año pasado vinieron los de la municipalidad antes de las votaciones, limpiaron y emparejaron esa calle, pero después nunca más hicieron nada”.
Según la vecina, su familia vive en la zona hace 14 año, en los que se radicaron incontables reclamos y escritos, pero ninguno tuvo solución”.
Embarrados rumbo a la Escuela
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