Le ofreció el cielo y la salvación en la tierra para que suba a su moto. La niña de apenas ocho años le creyó a ese hombre porque era el pastor del barrio y le tendió la mano sin saber que entraba en las bocas mismas del infierno.
El asombro y la indignación envuelven a La Paz, un humilde barrio del partido de Quilmes, por la detención de un reconocido pastor evangélico acusado de abusar de una niña a la que sospechan llevó a su iglesia para violarla.
El titular de la comisaría local, la quinta de Quilmes, Rolando Flores, fue el que encabezó el allanamiento de urgencia que permitió dar con el sujeto y un acompañante que tenían supuestamente secuestrada a la niña en su vivienda donde funciona la mencionada iglesia.
El infierno para la niña arrancó a media tarde cuando fue a comprar pan al almacén de la barriada, un mandado que solía hacer con frecuencia. Pero, esta vez no volvió. Y la ausencia alarmó a familiares y vecinos que comenzaron una desesperada búsqueda por la zona pero sin éxito. Ya entrada la noche y ante el correr de las horas, la madre de la pequeña radicó la denuncia policial en la comisaría quinta.
En una decisión plausible, que da clara muestras de que no es necesario el paso de 24 horas o más para iniciar una causa por búsqueda de paradero y que los primeros minutos cuentan, personal policial montó un inmediato operativo de búsqueda y rastrillaje. No importó que sea la medianoche. El alarma se extendió a todas las comisarías de Quiles, Defensa Civil, Patrulla Urbana, Municipio, Bomberos.
Según confiaron las fuentes policiales a Infosur, de ese rastrillaje, se permitió conocer un testimonio clave que pudo dar con el hilo que desenmarañó la madeja. Un testigo aseguró ver a la menor subida a una moto junto al “Pastor”, conocido en la barriada por sus elucubraciones filosóficas y ser “demasiado piropeador” de mujeres.
El dato no pasó inadvertido para los investigadores. Los testimonios confluyeron en que resultaba un hombre con “marcada insistencia con las mujeres” sin importar edades y en clara situación de acoso permanente. De esta manera, recabaron información que pudieron determinar el lugar donde vivía el sujeto.
Con la celeridad del tema, los efectivos policiales de la seccional llegaron al lugar mencionado que funcionaba también como la iglesia que llevaba adelante el ahora sospechoso. Lo primero que les llamó la atención fue la moto estacionada en la puerta con características similares a las aportadas por el testigo.
No había tiempo para esperar. El jefe policial decidió encabezar el “allanamiento de urgencia” una herramienta policial para echar mano en estos casos aunque pueda jugarse la cabeza. Esta vez no se equivocó.
El movimiento fue rápido. Las imágenes no se les irá más de la cabeza a los policías. Sobre una cama matrimonial se encontraba la menor y a su lado el “Pastor”, quien amagó con darse a la fuga, pero no pudo. No fue todo. En una habitación contigua se encontraba otro sujeto desnudo y armado con una escopeta.
Lo que la menor llegó a relatar antes de volver a los brazos de su madre es realmente espeluznante. Según el reporte policial, la niña dijo que el “Pastor” la había interceptado en la calle diciéndole que su mamá había tenido un accidente y que de ahora en más sería él quién se haría cargo de su situación.
El Pastor, según el relato, la había golpeado varias veces y la tocó en sus partes íntimas. Además, la golpeó en varias oportunidades para obligarse a cambiarse de ropa.
El Pastor y su acompañante, otro feligrés de la iglesia, fueron detenidos y puesto a disposición de la UFI 6 de Quilmes en una causa por “´privación ilegítima de la libertad, tenencia ilegal de arma de guerra y encubrimiento”.
