En las oscuras horas antes del amanecer, una calle del barrio Santa Inés en Florencio Varela se convirtió en escenario de un violento asalto que dejó a un conductor de Uber herido y sin su vehículo. Gustavo Olarte, de 38 años, había aceptado lo que parecía ser un viaje rutinario a las 4 de la madrugada, sin sospechar que sus pasajeros se convertirían en sus agresores.
El viaje empezó sin incidentes cuando Olarte recogió a dos individuos. Sin embargo, al llegar a su destino, el tono de la noche cambió drásticamente. En un acto de traición y violencia, los pasajeros, en lugar de pagar la tarifa, exhibieron su verdadera intención. Con amenazas y una violencia sorprendente, procedieron a robarle su Chevrolet Meriva, junto con la recaudación de la noche y su teléfono celular.
La situación escaló rápidamente cuando uno de los delincuentes, en un acto de brutalidad innecesaria, disparó a Olarte en la pierna derecha, asegurando su escape sin intervención. El disparo resonó en la quietud de la noche, marcando un momento de terror puro para la víctima.
Con el auto y los asaltantes desaparecidos en la oscuridad, un dolorido y sangrante Olarte logró pedir ayuda. Fue rápidamente asistido por vecinos alarmados por el estruendo y trasladado de emergencia al hospital Mi Pueblo, donde fue tratado por una herida de bala en la pierna derecha, que, aunque grave, no puso en riesgo su vida.
La Policía de Florencio Varela se movilizó inmediatamente tras recibir la alerta del incidente. A medida que las primeras luces del amanecer teñían el cielo, comenzaron una intensa búsqueda por el vehículo robado y los responsables del violento asalto. Este incidente es el más reciente de una serie de robos que están siendo meticulosamente investigados, con la esperanza de detener esta ola de crímenes que perturba la paz de Santa Inés.
La inseguridad en Florencio Varela, especialmente en las horas de vulnerabilidad, sigue siendo un desafío significativo, y este incidente reforzó la necesidad de una acción decisiva.
