Florencio Varela – El escándalo sacudió con fuerza los pasillos del poder en la Tercera Sección Electoral. El epicentro político se trasladó a Florencio Varela, donde una figura en ascenso, Maximiliano Bondarenko, excomisario y exconcejal local, quedó en el ojo de la tormenta tras una decisión inédita del gobierno bonaerense: 24 jefes de la Policía Bonaerense fueron cesanteados por operar políticamente en favor del libertario.
El dato retumbó en cada distrito del sur del conurbano: entre ellos, oficiales con cargos jerárquicos, algunos con escritorios estratégicamente ubicados en áreas de conducción de la fuerza. Lo que sorprendió aún más fue que las oficinas allanadas en La Plata tenían carpetas, computadoras y hasta fondos de pantalla con el león libertario de Javier Milei. Pero lo que parecía una anécdota pintoresca fue catalogado por el Ministerio de Seguridad como «una acción conspirativa».
De la patrulla al recinto legislativo
Bondarenko no es un desconocido en Florencio Varela. Su irrupción en la política local comenzó con la boleta del PRO cuando fue electo concejal durante el período 2017 – 2021. Después fue candidato en la lista de Facundo Manes pero no le alcanzaron los votos. Hoy encabeza la lista de La Libertad Avanza en la estratégica Tercera Sección. Su candidatura fue calificada como «la sorpresa» del cierre de listas, con la bendición directa de Karina Milei.
Ahora, su nombre aparece asociado a un esquema que, según fuentes de la Auditoría de Asuntos Internos, incluía la elaboración de proyectos de reforma policial que incluirían a los propios policías activos como futuros jefes, en un eventual gobierno libertario. Para el gobierno de Axel Kicillof, el accionar rozó lo ilegal: se utilizaron recursos del Estado para fines políticos partidarios.
Las consecuencias
El ministro de Seguridad, Javier Alonso, no dudó: los involucrados fueron puestos en disponibilidad preventiva y el caso será remitido a la Justicia Penal. Se los acusa de infringir el Decreto Ley 9550, que prohíbe expresamente la participación política de personal en actividad. La sanción: cesantía o separación definitiva.
Entre los desplazados se encuentra la cúpula de la Dirección de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas, cuya sede queda en La Plata, pero con terminales operativas en el Conurbano. También fueron alcanzados agentes de Tres de Febrero y Exaltación de la Cruz.
En Varela, el tema no pasó desapercibido. En los pasillos municipales y policiales se habla de “lealtades cruzadas” y de “estructuras paralelas” montadas a la sombra de una candidatura que incomoda a propios y ajenos. Bondarenko, el excomisario devenido en político, ya había generado repercusión cuando hizo campaña subido a colectivos y hasta con monólogos de stand-up. Pero esta vez el escenario es otro: el poder real se juega entre líneas de códigos penales y estrategias electorales.
El caso de los 24 jefes echados desnuda otra arista del entramado político-policial del conurbano: ¿cuántos más operan en las sombras? ¿Hasta dónde llega la red de apoyos de Bondarenko?
Florencio Varela, una vez más, se convierte en escenario privilegiado para entender los hilos ocultos del poder.
