La comisaría primera de Florencio Varela tiene historias increíbles de robo en la puerta y alrededores. En el año 2013 una banda de ladrones se llevaron la caja fuerte del cajero automático que estaba a solo metros del ingreso a la principal seccional del distrito. Nunca se supo que cantidad de dinero llevaron, pero si que nadie pudo ver nada.
En otro caso, un delincuente logró robar el patrullero que había quedado detenido en la puerta mientras descendía un detenido y caminaba a la celda. Se recuperó despues de un par de horas de pánico en la zona de La Capilla, donde lo habían dejado abandonado.
Y ahora fue el turno de un kiosco que está pegado, a sólo metros de la seccional policial del distrito.
Según pudo saber Infosur, pese al cerrado hermetismo policial, el comercio que está a solo 20 metros de la seccional policial, se encontraba cerrado cuando autores ignorados rompieron un vidrio y se llevaron una impresora y una fotocopiadora.