Bomberos e investigadores de la Policía Federal Argentina (PFA) y buzos de Prefectura Naval realizaban hoy un nuevo rastrillaje en la zona de Brandsen en busca de Lucas Escalante, el joven de 26 años que desapareció en diciembre último en el partido de Florencio Varela junto a su amigo Lautaro Morello (18), quien luego fue encontrado asesinado en Guernica, informaron fuentes judiciales y policiales.
El operativo, que se desarrollaba el día en el que se cumplen cinco meses de la desaparición, era desplegado desde las 8 en las inmediaciones de la ruta provincial 210, en cercanías del Complejo Aguas Claras, de la localidad de Brandsen, donde dos días después de no tener rastros, se activó el teléfono celular de Escalante, lo que impactó en una antena de esa zona.
Los voceros dijeron a Télam que el rastrillaje era supervisado por el fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción 1 descentralizada de Berazategui, Ernesto Daniel Ichazo.
En el marco del procedimiento diagramado, los buzos y los bomberos rastrillarán coordinadamente un sector del río Samborombón, ya que se trata de una zona rural imposible de recorrer en vehículos.
Para llevar a cabo las tareas, fueron trasladados efectivos de la División Homicidios de la PFA, del Departamento de Investigaciones Nacionales, de la Policía Científica y bomberos, además de drones y canes.
En tanto, al cumplirse un nuevo mes de la desaparición de Escalante, sus familiares y allegados encabezarán esta tarde a partir de las 19 una movilización en Eva Perón al 5100, de Florencio Varela, bajo la consigna «5 meses sin Lucas».
«Queremos justicia por Lautaro y la aparición de Lucas ya», dice la nueva convocatoria de los familiares y vecinos.
Por el homicidio de Lautaro y la desaparición de Lucas, están presos Cristian y Maximiliano Centurión, hijo y sobrino, respectivamente, del comisario Francisco Centurión, exjefe de la Delegación Drogas ilícitas de Quilmes, cuyo último destino fue en una dependencia de La Plata, donde hacía de enlace entre la policía bonaerense e Interpol.
Ambos están acusados del delito de «homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento» en perjuicio de Morello.
Por el delito de encubrimiento, en tanto, están detenidos el jefe de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) Quilmes, Luis Alberto Zaracho, y el titular de la comisaría 4ta. de Bosques, comisario Sergio Enrique Argañaraz.
También estuvo preso por «falso testimonio», pero ya recuperó su libertad, otro policía, Ramiro Yair Forchinito (33), quien desempeñaba tareas en un área integrada con Interpol, y era la mano derecha del comisario Centurión.
Lucas fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Lautaro para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar a bordo de un auto BMW, que al día siguiente apareció incendiado.
El cuerpo de Morello fue encontrado cerca de las 21.30 del jueves 15 a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, recostado boca abajo, «semicalcinado y en avanzado estado de descomposición» y, según la autopsia, la muerte se produjo por «asfixia mecánica».
De acuerdo con la investigación, el último destino en el que quedó acreditado que estuvieron Lucas y Lautaro fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en la localidad de Bosques.
Días atrás, a pedido del fiscal Ichazo se realizó un allanamiento en esa casaquinta en la que fueron hallados rastros de sangre y restos de elementos quemados que, ahora, están siendo analizados.
Los Centurión fueron detenidos tras el análisis de cámaras de seguridad y de antenas de telefonía celular, ya que en una grabación de una estación de servicio de Florencio Varela se ve a Cristian cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que se sospecha pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.
Una de las hipótesis que se investigó fue que los dos imputados detenidos por el caso le ofrecieron a las víctimas vales de nafta gratuitos como método para atraerlas, y a raíz de esa sospecha fueron incorporados una serie de audios que los incriminan.
Desde la aparición del cuerpo de Lautaro, los familiares de ambas víctimas realizan marchas en reclamo de Justicia y motivaron la remoción de la primera fiscal que tuvo el caso, Mariana Dongiovani.
En marzo último, el Gobierno nacional elevó de cuatro a cinco millones de pesos la recompensa para aquellas personas que aporten datos que permitan dar con el paradero del joven.