Gustavo Sánchez puso en venta su Renault Fluence 2.0. Lo hizo a la manera tradicional, con el tachito en el techo y en una de las principales arterias de Florencio Varela. Nunca antes le había ocurrido que no pudo venderlo.
La razón hay que buscarla en el impacto del débil consumo y el nulo crecimiento económico del país. Es allí donde la industria automotriz no logra meter el acelerador en las ventas de unidades nuevas y es muy costoso el usado. Sin embargo, a contramano de esa historia, otros segmentos del sector automotor han logrado pasar sin contratiempos las pendientes en el camino.
El marketplace para autos se convirtió en una herramienta indispensable a la hora de frenar la caída en las ventas y logar, por lo menos, cerrar con datos similares a las de 2018 a pesar de la crisis económica, mientras en noviembre la comercialización subió 1,7% en forma interanual.
Esta forma de comercialización de vehículos de toda gama esta en verdadero auge y es una considerable opción no sólo en el área de los particulares sino también para las concecionarias que ven cada vez con mejores ojos esta iniciativa.
El presidente de la Cámara del Comercio Automotor (CCA)., Alberto Príncipe, dijo que el sector «Finalizó noviembre con otro crecimiento del mercado que, faltando un solo mes para que termine el año, nos acerca a prácticamente los mismos volúmenes de venta que en 2018, que no es poco decir en un contexto de crisis como el que vivimos», sostuvo.
Príncipe explicó que si bien «se derrumbaron las ventas de cero kilómetros, de producción, nuestro mercado sigue vivo. La gente
sigue apostando al auto usado».
Estos «marketplace» o «supermercados digitales» son un sitio web que permite, tanto a vendedores como a compradores relacionarse entre sí para efectuar una transacción comercial.
En este tipo de plataformas, los compradores y vendedores permanecen en el entorno técnico y comercial del sector hasta que la transacción se finaliza.
Por lo tanto, este «centro comercial virtual» sirve para facilitar la venta entre el vendedor y el comprador, asegurando que la transacción se desarrollará en las mejores condiciones.
