Se movieron como pancho por su casa. En un territorio que parecían conocer al dedillo. Los secuestradores que mantuvieron cautivo a Mauricio Di Nenno (28) durante seis días, sometieron al padre de la víctima a un sistema de postas durante más de dos horas antes de obligarlo a arrojar el dinero en una alcantarilla a unos 300 metros de la llamada rotonda de Alpargatas, en Berazategui.
Fuentes de la investigación aseguraron que una vez acordado el monto que les ofrecía Enzo Di Nenno, padre del joven que se hallaba en cautiverio comenzó el sistema de postas para concretar el pago.
Según los investigadores, pasadas las 23 del miércoles a la noche el hombre salió a bordo de un vehículo, monitoreado desde cerca por vehículos no identificables de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora y de la División Antisecuestros de la Policía Federal, por orden de la fiscal federal de Quilmes, Silvia Cavallo.
Di Nenno padre fue obligado por los secuestradores primero a ir hasta el peaje de Hudson de la autopista Buenos Aires-La Plata y desde allí lo hicieron dirigirse hasta la ciudad de La Plata.
Según las fuentes, una vez que estaba en el cruce de las avenidas 32 y 7, en uno de los accesos principales de la ciudad, le dieron la instrucción de regresar por el camino Centenario hacia la Rotonda de Alpargatas.
Una vez allí, lo volvieron hacer regresar por el Camino General Belgrano y, a unos 300 metros de la ruta 2, lo obligaron a arrojar la bolsa con 215 mil pesos y 20 mil dólares en una alcantarilla, dijeron las fuentes de la investigación.
Los pesquisas dijeron que la mecánica de postas es utilizada en casi todos los secuestros extorsivos en los cuales participan bandas cuyos integrantes tienen algún tipo de experiencia en este tipo de casos y logística como para poder monitorear al pagador.
Según los investigadores, todo comenzó el jueves de la semana pasada, cuando Di Nenno llegaba a su casa de Berazategui y fue capturado por varios delincuentes que se movilizaban en un auto y que lo amenazaron con armas.
Pocos minutos después realizaron una llamada para extorsionar al padre del joven secuestrado, a quien le exigieron la entrega inmediata de 100 mil dólares para liberarlo, tras lo cual le dijeron que se iban a volver a comunicar con él.
El empresario denunció el secuestro y comenzaron a trabajar los detectives de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora y expertos de la División Antisecuestros de la Policía Federal, bajo las órdenes de la fiscal federal de Quilmes, Silvia Cavallo.
La fiscal, que contó con la colaboración de los especialistas de la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestro Extorsivos (Ufase), dirigida por el fiscal Santiago Marquévich, dispuso de inmediato la intervención de las líneas telefónicas y se comenzó con el protocolo para este tipo de casos, a la espera de una nueva comunicación.
Sin embargo, durante los seis días que duró el secuestro extorsivo, los captores concretaron unas pocas llamadas telefónicas.
«Se trata de una banda que tiene experiencia en este tipo de casos. Los secuestradores no tenían ningún apuro en concretar el pago y evidentemente tenían logística para mantener cautiva a su víctima», dijo un jefe policial que participó de la pesquisa.
Según los investigadores, el lunes último, en la tercera comunicación telefónica, los secuestradores aceptaron rebajar el monto del rescate a 800 mil pesos, pero los familiares insistieron en que no podían juntar esa cantidad, por lo que nuevamente quedaron a la espera de una nueva llamada.
Al día siguiente, los familiares recibieron una carta manuscrita por parte de la víctima como prueba de vida y se aceleraron las negociaciones.
El padre de Di Nenno le dijo a los secuestradores que había juntado 650 mil pesos y éstos aceptaron.
De inmediato, montaron un operativo para que se concrete el pago del rescate, el cual se efectivizó cerca de la una de la madrugada en proximidades de la Rotonda de Alpargatas, en Berazategui.
«Fue el padre del joven secuestrado a llevar el dinero», explicó el investigador policial.
Di Nenno fue liberado cuatro horas más tarde en la zona de Quilmes, desde donde pidió un teléfono prestado a un vecino y se comunicó con sus familiares para contarles que estaba sano y salvo.
