El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, salió a defender al jubilado que mató a uno de los tres ladrones que ingresaron a robar a su casa, dijo que le “gustaría ser su abogado” y criticó a la Justicia por “mirar los derechos de los delincuentes”.
“Hay una justicia que está mirando más los derechos de los delincuentes que los derechos de la ciudadanía en común”, cuestionó Berni al hablar sobre Jorge Ríos, de 71 años, que ayer fue beneficiado con un arresto domiciliario tras permanecer unos días detenido.
“Aparentemente actuó en legítima defensa, me gustaría ser el abogado del jubilado”, sostuvo el ministro, quien agregó en declaraciones a América TV que se está pasando “por una crisis de justicia que no tiene que ver solamente con la transparencia, tiene que ver con si funciona o no. Funciona mal, con pocos elementos y de manera desordenada”.
De todas maneras, el funcionario del Gobierno de Axel Kicillof se mostró en desacuerdo con que Ríos se haya defendido utilizando una pistola: “En un caso así lo mejor es no hacer nada. Estoy totalmente convencido de que el uso de las armas de fuego solamente es para aquellos que son profesionales, para la Policía”.
“Las estadísticas dicen que aquellos que usan armas de fuego en legítima defensa siempre corren más peligro de morir que el delincuente. Hoy le salió bien, pero le podría haber salido mal”, opinó con respecto a cómo el jubilado salvó su vida. Igualmente aclaró: “No debería ir preso”.
El hecho ocurrió el viernes cerca de las 5, cuando los ladrones ingresaron a robar a la vivienda de Ríos, ubicada en Quilmes Oeste. El jubilado fue sorprendido mientras dormía y fue golpeado e intimidado por los asaltantes con un destornillador mientras le exigían dinero, y en ese momento extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros de su propiedad y les efectuó al menos seis disparos que los hizo huir de inmediato.
En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve a uno de los ladrones, de 26 años, que se encontraba desarmado, forcejeó con Ríos cuando el hombre se dirigió hacia él portando el arma de fuego hasta que en un momento dejó de moverse, por lo que los investigadores creen que ese fue el momento en que le disparó en el tórax.
Tras pasar el fin de semana detenido, el jubilado fue beneficiado el lunes con un arresto domiciliario. Según indicó el abogado Hugo Icazati, el magistrado le concedió el beneficio bajo juramento de presentarse ante el juzgado cada vez que se lo requiera, por lo que el herrero no tendrá que utilizar una tobillera electrónica.