La “Feria de Senzabello” pasó a ser un postal de Florencio Varela. Con sus virtudes y defectos casi no existe un varelense que al menos una vez en su vida haya transitado por los intrincados pasillos del “Paseo de Compras San Juan Bautista”.
No importa si son o no son fieles “copiadores” de la Salada de Lomas de Zamora; lo esencial es que tiene características propias que los hacen únicos e irrepetibles. ¿Pero qué esconde?
El conflicto en el Paseo de Compras San Juan Bautista de Florencio Varela resurgió en los últimos días con una decena de puesteros atrincherados soportando todo tipo de “aprietes”, tal como informó Infosur. Pero, la trama no contada de la llamada de una de las “saladitas” más grandes del conurbano apuntada en el top ten de la facturación irregular, va mucho más allá.
En el Paseo de Compras confluyen una serie de denuncias: la “ocupación” de la tierra que es reclamada por un grupo de herederos del predio, millonarias deudas impositivas en Provincia y Municipio, un concurso de acreedores y una causa penal tributaria en el juzgado federal de Quilmes a cargo del Dr. Luis Armella.
La feria está ubicada en la Senzabello 2049 de Florencio Varela. Asentado en ese predio desde mediados de la década del 90, tuvo épocas de furor transformándose en un punto comercial al que asistían de varios puntos de la región.
En el 2013, después de muchos años de actividad comercial, el dueño del predio decidió venderlo a la sociedad anónima PCSJB S.A. cuyo presidente en la actualidad es Héctor Faldetta, propietario también de Naturaleza Viva y que integrarían además los socios Leonardo Faldetta, Marcelo “Cabezas” Pérez, Carlos Rodríguez, Mario Contelli, Gabriel Contelli y Mario Campanela.
Según informó a Infosur el abogado patrocinante de quienes aparecen como los verdaderos dueños de la tierra, el Dr. Luis Logran, en ese entonces se firmó un boleto de compra venta en cuotas y dólares. Un leasing a decir verdad. “Al principio cumplieron y más tarde dejaron de pagar. Por eso, el dueño decidió desestimar el acuerdo y entró en un juicio de desalojo que aún perdura”, explica Logran quien ilustra con una serie de cuestiones técnicas judiciales, procedimientos para dar de baja un “acuerdo comercial que no se cumplió”. “Sólo pagaron menos del 20 por ciento de la primera parte”, señaló.
Esta situación por la propiedad de la tierra, que se tramita en el juzgado comercial 7 de Quilmes, genera una irregularidad contundente. ¿Quién debe ser el propietario de la habilitación comercial? Logran explica que realizó una presentación en el Concejo Deliberante de Florencio Varela. En el documento, al que pudo acceder Infosur, se solicita la “transferencia de la habilitación comercial” atento a las deudas impositivas de la sociedad y a la ausencia de la propiedad del predio. Hasta ahora, el legislativo local no se expidió al respecto.
En diciembre pasado, el juzgado comercial 5 de CABA dispuso en el concurso preventivo que lleva adelante la secretaría 9 mantener la inhibición general de los deudores. Se refiera a la Sociedad PCSJB.
Pero si se hurga aún más en la situación general de la gerencia del paseo de compras que tuvo a una decena de puesteros atrincherados soportando música alta, oscuridad, falta de agua, llegamos a la deuda millonaria que se tendría con el fisco.
“A la provincia se le debe unos cinco millones de pesos de impuestos, lo que genera una honda preocupación en mis clientes, puesto que se hace impagable. En el acuerdo comercial ellos deberían haber pagado esas boletas, ocupan un lugar y ni siquiera pagan los impuestos”, sostuvo el reconocido letrado varelense.
Fuentes municipales señalan que la deuda con el municipio en concepto de tasa de seguridad e higiene rondarían casi los dos millones de pesos.
“Son una mierda, unos mafiosos que aprietan, pegan a las mujeres, roban. Cobran de 15 a 18 mil pesos mensuales a todos los puesteros y hay un canon anual de 80 mil. Imaginate que son millonarios pero aducen que están fundidos y que, porque no les pagamos, no tienen plata para comprar los terrenos”, dicen los feriantes en declaraciones a la prensa. “Ellos no pagan nada y quieren que nosotros paguemos”, dicen.
“Hay 100 cautelares por el avasallamiento de esta gente y ellos no nos dejan trabajar. Nos roban las ropas. Pedimos que se respeten las medidas cautelares. Que no nos saqueen los puestos. Nos abren los portones y nos roban todo. Queremos pagar pero eso lo tiene que fijar el juez. Esperamos el fallo. No queremos que nos roben más. Es de lo único que vivimos”, se quejan.
Según contaron la pelea con los “administradores” de la feria es porque “cobran a su antojo sin ser dueños. Hace unos meses nos quisieron cobrar cinco mil dólares y por eso fuimos a la fiscalía. Ellos son usurpadores. Tuvimos tres audiencias para fijar el canon pero ellos no se presentaron. Pedimos que se acerquen a la fiscalía y fijen un canon. Pero no lo hacen porque no son dueños y no pueden mostrar ningún papel. Ellos no tienen comprobantes de nada” explicaron.