Los portátiles para jugar se autodenominan portátiles gamers y se caracterizan por estar compuestos por unos componentes que los hacen más adecuados a este uso. Obviamente, la configuración dependerá del tipo de juego que se vaya a usar; no elegiremos el mismo equipo si nuestra intención es jugar a títulos avanzados, que tiren mucho del procesador gráfico, o si tan sólo pensamos echar Giros Gratis online 2018 en casinos online.
Si estás algo perdido y no sabes en que basarte para escoger un portátil para jugar, nosotros podemos ayudarte:
¿En qué nos tenemos que basar para comprar un portátil para jugar?
Presupuesto: Antes que nada deberíamos pensar cuanto nos pensamos gastar en el portátil y el uso que le vamos a dar. Si nuestro presupuesto es limitado, de menos de 400€, entonces no podríamos hacernos con un portátil gaming, ni tan siquiera con un portátil avanzado.
Tamaño de pantalla: Si vamos a realizar trabajos sencillos o relacionados con el mundo de la informática, juegos y navegación web, no se recomienda que la pantalla tenga un tamaño inferior a las 13’’. Para poder disfrutar de toda la calidad gráfica de los juegos, los expertos recomiendan que nos vayamos a un tamaño de un mínimo de 15,6’’ con resolución 4K.
Autonomía: Si vamos a jugar fuera de casa, la batería y la autonomía de la misma también son factores clave. Los modelos más avanzados nos ofrecen hasta 15 horas de autonomía con una carga, algo que resulta impensable para los modelos convencionales. También habrá que evaluar el peso, ya que si la batería pesa mucho, probablemente no nos resulte nada fácil llevarlo de un lado a otro.
CPU: La CPU lo es todo. Para jugar necesitarás hacerte con un Core i5 Serie 500 por lo menos. A partir de esa serie, todos los procesadores cuentan con 4 núcleos.
Tarjeta gráfica: Si no vas a jugar te valdrá con la tarjeta gráfica que vendrá incorporada en el equipo. Pero un portátil gaming necesita una tarjeta gráfica dedicada. Ten muy en cuenta esto, ya que una vez que lo hayamos comprado será complicado ponerle una.
RAM: Lo mínimo recomendable para un uso básico es de 4GB. Si vamos a jugar elevaremos tal cantidad a los 8GB, incluso hasta los 16GB.
Ten presente también la refrigeración, teclado y disco duro y te harás con el portátil gaming perfecto.