El cuerpo de una mujer descuartizado y arrojado en un tambor al arroyo de El Pato, fue descubierto en junio del 2005. Una investigación de este medio pudo dar con su nombre a quien primero identificamos por sus iniciales, S.M. y después completamos como Sandra Mansilla. Todo indicaba que el presunto autor del tremendo homicidio era su pareja, un hombre del ambiente top varelense a quien comenzamos llamando F.M. y después completamos como Fernando Magaldi, condenado diez años después a prisión perpetua en juicio oral y público.
En el 2009 adelantamos, en varias notas tituladas “narcosur”, las vinculaciones del triple crimen de General Rodríguez con el secuestro de Leonardo Bergara. Allí revelamos de la presunta participación de los hermanos que tenían el apellido similar a un reconocido periodista. Fueron los hermanos Lanatta y Schilacci. Y que había policías implicados.
En ambos casos, tomados sólo como ejemplos, los datos fueron aportados mucho tiempo antes de que figurara en el expediente de las causas judiciales.
Y creemos, que en este caso, estaríamos en condiciones de recorrer el mismo derrotero. El tiempo dirá.
A quien vamos a llamar el misterioso “Señor D” no está inscripto en la causa judicial que investiga la denominada “Masacre de Varela”, en la que cuatro chicas fueron atacadas a balazos en febrero del año pasado sobre la avenida Senzabello. Dos de ellas murieron y dos sobrevivieron. No figura, no aparece, no hay rastros de él. Por omisión o a propósito, la Justicia decidió no mirar para ese lado. Sólo un viaje en auto desde Varela a Ezeiza y desde Ezeiza al barrio varelense donde tiene su dominio el misterioso sujeto podría ser una primera vinculación. Sólo eso. Aunque el dato no es menor, puesto que el viaje mencionado ocurrió en las horas previas a la masacre.
¿AMENAZAS?
El primer paso que podría dar la fiscalía interviniente en este caso es dilucidar si el padre de una de las víctimas fatales fue amenazado por el misterioso “Señor D”. La información suministrada a Infosur es que un hecho de esa relevancia tuvo lugar unos meses antes del desenlace fatal. ¿Reclamó un faltante de dinero? “Te vas a acordar de mí para toda la vida”, le habría dicho tras un cachetazo. ¿Por qué? ¿Qué quiso decir?
EL VIAJE SOSPECHOSO
Magalí salió de su casa a las 21:00 del viernes 10 de febrero del 2017. Recorrió a pie los pocos metros que la separaban de la vivienda de Denise, una de las dos víctimas fatales. Cuando llegó ya estaba Sabrina, la otra chica fallecida. Allí se prepararon, se pintaron y hablaron como lo hacían siempre.
Una de las chicas miró el reloj cuando un joven, a quien vamos a identificar como B., llamó. En un automóvil gris, las tres se dirigieron a Ezeiza. ¿Entregaron o dejaron un paquete? ¿Dejaron o trajeron dinero? Y aunque todo indicaba que después tenían que ir a Santa Diabla, van a buscar a Némesis, la otra sobreviviente al barrio San Francisco. Era la primera vez que esta chica salía con ella. ¿Hicieron algo antes de llegar a la casa de Némesis? ¿Estaba por allí el enigmático “Señor D”?
