(NA) — Dos jóvenes fueron detenidos por el crimen del diácono Guillermo Luquín, quien fue encontrado asesinado el pasado domingo en su casa de la localidad bonaerense de Temperley, y uno de ellos aseguró que la víctima intentó someterlo a un ataque sexual.
Los capturados son dos varones de 19 y 20 años y están acusados de ser los autores materiales del crimen del integrante de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Lomas de Zamora, informaron fuentes policiales a NA.
Horas antes, el menor de los jóvenes había confesado la autoría del asesinato en un video filmado por familiares suyos y difundido a través de redes sociales: aseguró que el crimen se produjo cuando se defendía de un ataque sexual por parte de Luquín.
El muchacho señaló que el otro detenido es su novio y que ambos concurrieron a la casa del diácono porque los invitó a comer pizza y a tomar gaseosa, ya que se sentía solo y quería «hablarles de Dios».
En un momento, Luquín los invitó a su cuarto a «ver unos cuadros», el otro joven se dirigió al baño y él se demoró un momento, porque quiso tomar gaseosa.
Al llegar a la habitación, se encontró con el diácono tirado en la cama totalmente desnudo.
«Le dije que era una falta de respeto, que no era lo que habíamos hablado. Que estaba con mi novio. Se sintió ofendido, se me tiró encima, me bajó el pantalón. Salió mi novio y lo quisimos sacar de encima mío, pero no pudimos. Me quería besar el cuello.
Sacó un cuchillo, me lo quiso clavar, pero pude girarle la muñeca hacia la carótida», relató en el video.
La investigación quedó a cargo de la Unidad Funcional de Investigación (UFI) número 6 del mismo distrito y los jóvenes fueron detenidos por efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local.
Según dejaron trascender voceros ligados a la investigación consultados por Noticias Argentinas, por el momento se descarta la hipótesis del robo para explicar el crimen y se fortalece la de un tema pasional.
En ese sentido, también se confirmó que los dos jóvenes detenidos tienen una relación sentimental entre sí.
Luquín fue encontrado muerto el domingo en su casa de Temperley: el cuerpo del religioso, de 52 años y quien además se desempeñaba como empleado del Banco Provincia, presentaba al menos una herida cortante en el cuello y estaba envuelto en las sábanas de la cama, mientras que en la casa no había señales de ingresos forzados o del robo de elementos de valor.
Los médicos del SAME que llegaron a la vivienda del diácono, en la calle Bombero Ariño al 800, consideraron que lo mataron durante la madrugada del domingo.
Según el resultado de la primera autopsia realizada al cuerpo, presentaba un golpe en la cabeza y cinco lesiones superficiales de arma blanca, una de ellas en el cuello.
En principio, no se pudo establecer en forma fehaciente cuál de las heridas le provocó la muerte, por lo que se decidió realizar una serie de estudios complementarios.
Crimen del diácono en Lomas de Zamora: la confesiòn de uno de los detenidos
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