Luego de un 2020 de sequía, los primeros meses de 2021 trajeron consigo un cambio radical de panorama. El fenómeno de La Niña ha sido un factor de relevancia en la seca del año pasado, pero su actual debilitamiento favorece la mejora de los cultivos, con las abundantes precipitaciones a lo largo y ancho del territorio nacional entre enero y comienzos de febrero.
Las expectativas se han vuelto optimistas, y con esperanzas de inversiones en materia agraria. El trigo promete tomar protagonismo en la provincia, despertando el interés de importadores extranjeros. El girasol, mientras tanto, mantiene sus pronósticos estables en la región sur.
México, con los ojos puestos en la Argentina
Uno de los hechos que marcan la agenda agraria, es la reunión entre el Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires y empresarios de México. La primera ronda de negocios entre las dos partes, acontecida a principios de febrero, tuvo un total de 21 participantes.
El objetivo de este encuentro, según ha señalado el titular de la cartera agraria, Javier Rodríguez, es “poder generar un flujo de comercio permanente con México en materia de trigo y continuar abriendo ese mercado para incrementar la participación de la producción de la Provincia, que es muy valorada por su calidad en todo el mundo”.
La importancia del interés de México no es menor: el país latinoamericano es responsable de la compra de alrededor de 4 millones de toneladas de trigo anualmente. Si bien no ha mantenido una colaboración destacable con la Argentina, el acuerdo espera mejorar el vínculo entre ambas naciones.
En tanto, la producción nacional ha experimentado buenos resultados en la última campaña, llegando a 17 millones de toneladas, y 11 millones correspondieron a la Provincia de Buenos Aires.
Con respecto a las intenciones de intervención por parte del gobierno nacional, el INTA emitió un comunicado en el que se menciona la necesidad de establecer reglas de juego claras ante la campaña. Los precios del sector han permanecido en niveles competitivos, debido a los altos valores internacionales, y esto podría seguir siendo así incluso en la temporada 2021/2022. La reunión con México traería posibles inversiones a nuestras tierras, siendo positiva especialmente para la provincia de Buenos Aires, que cuenta además con los puertos de exportación más importantes.
La tecnología de producción del trigo varía en sus costos, dependiendo del ambiente y el nivel requerido. Las últimas campañas han generado un creciente interés por comprar pulverizadoras, cosechadoras, sembradoras, y demás. El incremento de las ventas de maquinaria agrícola también tuvo buenos números en el sector de usados.
En cuanto a la venta de tractores, se observó un incremento del 3% interanual en el mes de enero, y el más popular actualmente es el Massey Ferguson. El éxito del Plan Tractor -combinado con el programa de apoyo a los productores- ha servido de impulso. El mismo permite comprar en hasta sesenta cuotas con una prenda o hipoteca, con tasas subsidiadas del 11%.
Además de la apuesta tecnológica existente, también aumentó el interés en comprar fertilizadoras y productos fertilizantes. El uso de los mismos ha sido un factor importante en los resultados obtenidos a nivel nacional, superando techos productivos en el centro y sur de Buenos Aires, una de las principales proveedoras de trigo.
El girasol mantiene sus expectativas
Por su parte, los pronósticos del girasol se mantienen sin cambios. La Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca (Bcpbb) anunció en su segundo reporte de febrero que la estimación en 2.300 kilogramos por hectárea de promedio continúa estable en los distritos del oeste, suroeste, centro y sur de la provincia.
En cuanto a las etapas, la entidad señaló que “el 5% de los lotes se encuentran finalizando la floración, principalmente en la zona costera, el 70% está en diferentes etapas del llenado de grano y el restante 25% se encuentra en madurez”. Las previsiones de girasol esperan buenas ventas, ofreciéndose forwards a marzo a 400 dólares por cada tonelada. Esto se debe a la suba de los precios del aceite de girasol, que incrementó su cotización entre 2020 y 2021.
Con el girasol estable y los buenos rindes en materia triguera, sumado al presente interés extranjero, las inversiones extranjeras podrían surgir con fuerza. Es conocido el potencial del campo argentino para traer dólares, y esta no sería la excepción.
