La declaración de un testigo de identidad reservada fue clave para condenar a un sujeto a la pena de 17 años y 6 meses de prisión por matar de un tiro a un vecino de San Francisco Solano para robarle en un puente sito en la calle 898 que delimita esa localidad con el partido de Florencio Varela. Los jueces del Tribunal Oral 2 votaron por unanimidad el fallo dado a conocer en la sede de los Penales del centro quilmeño.
Erik Ponce estaba gozando de salidas transitorias cuando iba con su padre a comprar un regalo por el Día de la Madre el 15 de octubre de 2016 en horas de la tarde cuando se demoró y su papá regresó a la vivienda en búsqueda de dinero, en esos momentos la víctima fue abordada y casi sin mediar palabras le dispararon provocándole heridas que derivaron en su deceso.
Para los magistrados Pablo Pereyra, Félix Roumieu y Mónica Rodríguez fueron agravantes el estado de indefensión de la víctima, el desprecio por la vida del encartado; el riesgo para los vecinos ya que antes había querido robarles a otros y votaron por unanimidad la condena «homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego».