El llamado “arresto civil”, en realidad más técnicamente llamado “arresto ciudadano” se realiza cuando un ciudadano detiene a un delincuente en caso de flagrancia, poniéndolo de inmediato en manos de autoridad policial.
Y un caso de este tipo ocurrió horas atrás cuando un joven de 18 años fue acusado de robar a un trabajador distintas pertenencias cuando volvía a su hogar, entre ellos un teléfono móvil.
El robo ocurrió en la esquina de Laurel y Cardenal, en Florencio Varela, cuando dos sujetos interceptaron a un trabajador que regresaba a su hogar y lo despojaron de una mochila y el teléfono. Según pudo saber Infosur, la víctima persiguió a uno de los ladrones hasta que lo pudo alcanzar y lo detuvo. El acusado fue retenido hasta que llegó el patrullero de la comisaría segunda, al mando del comisario Barbieri y fue trasladado a sede policial consustanciando la causa por “robo simple”.
Según expertos abogados de la zona, el arresto ciudadano constituye una facultad de los particulares en orden a colaborar con la administración de justicia en la aprehensión de quien ha sido sorprendido en la realización de un hecho punible.
Puede ser efectivizado por la propia víctima, un testigo de los hechos o cualquier ciudadano, pero exige la existencia de flagrancia delictiva y en ausencia de agentes policiales y solo debe durar el tiempo necesario para poner al delincuente a disposición de la policía y no permite el uso excesivo de la fuerza.-Se lo entiende como un deber complementario y de colaboración con la justicia.
El particular debe entregar inmediatamente al aprehendido a la policía y todos los objetos hallados en su poder como evidencia del delito, la privación de libertad debe limitarse al tiempo necesario y razonable para la entrega del detenido a la autoridad policial, no pudiendo encerrarlo en lugar público o privado, ni ejercer violencia innecesaria.
La ley exige flagrancia en la tentativa o consumación del delito o en la fuga luego de ello, excluyendo la posibilidad de que un civil detenga a alguien sospechoso si no es en las condiciones antes expuestas.
No debe confundirse con justicia por mano propia, y solo busca el compromiso y participación ciudadana en paliar la inseguridad e impedir la consumación del delito.
Hoy, la conducta de ciudadanos pone en el tapete el compromiso de los vecinos en favor del Estado de derecho y su responsabilidad para que las instituciones y sus deberes funcionen. Es cierto, es poco frecuente, pero en la medida que sus comportamientos no pongan en riesgo a terceros y ellos mismos – bienes jurídicamente protegidos- deben destacarse esas conductas ciudadanas.