Luis Esteban Weiman, el vigilador privado detenido por la masacre de Florencio Varela, no mantuvo el día del ataque cruces telefónicos con las dos adolescentes asesinadas a balazos cuando regresaban de bailar el 11 de febrero, informaron fuentes de la investigación.
Antonio Solivarent, uno de los abogados del imputado, explicó que el dato surgió de los análisis realizado por peritos informáticos y en comunicaciones sobre cuatro teléfonos celulares, dos de su defendido y los de las fallecidas, Denise Juárez (17) y Sabrina Barrientos (16).
«El día del hecho no hubo cruces telefónicos entre Weiman y estas dos víctimas», afirmó el letrado y adelantó que analizaba solicitar en las próximas horas una audiencia oral al juez de Garantías de Florencio Varela, Carlos Agüero, con el fin de solicitar la falta de mérito para el vigilador por falta de pruebas.
Es que se trata del tercer peritaje que favorece a Weiman (36) luego de que dio negativo tanto el reconocimiento en rueda de tres testigos presenciales como el barrido electrónico en busca de restos de deflagración de pólvora en sus manos.
Además, en la causa también dio negativo el peritaje balístico a una pistola calibre 9 milímetros marca Bersa secuestrada a otro sospechoso que, a diferencia de Weiman, no fue imputado de la masacre.
El dato surgió del peritaje de barrido electrónico realizado sobre muestras tomadas al acusado cuando fue apresado horas después del hecho, el 11 de este mes, y que luego analizaron los expertos del Poder Judicial en la Asesoría Pericial de La Plata en busca de restos de deflagración de pólvora.
Fuentes judiciales informaron que los resultados de este análisis fueron entregados a las fiscales de la causa, Mariana Dongiovanni, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 Florencio Varela, y María López, de la fiscalía de Violencia de Género de Quilmes.
Antonio Solivarent, uno de los abogados de Weiman (36), explicó que en las últimas horas también se concluyeron los peritajes a cuatro teléfonos celulares, dos de ellos pertenecientes al imputado.
En tanto, Verónica Casamiquela, abogada del particular damnificado, dijo aque más allá de los resultados de este peritaje que beneficia a Weiman no descartaba que éste haya «tercerizado» el ataque a tiros bajo el rol de instigador o autor intelectual.
Para el defensor Solivarent, esta hipótesis es «descabellada» y reiteró que Weiman no tenía ningún motivo para atacar a las víctimas.
El letrado agregó que antes de pedir al juez Agüero la falta de mérito van a aguardar si alguna de las dos chicas heridas se presenta a declarar en la fiscalía, aunque los voceros judiciales consultados aclararon que hasta no había ninguna novedad acerca de cuándo podría producirse esa diligencia. Es más, se presume que tardará en producirse la declaración ya que la chica que había sido dada de alta se descompensó y tuvo que retornar al hospital.
Por otra parte, el peritaje balístico realizado por la Policía Científica bonaerense determinó que la pistola 9 milímetros marca Bersa secuestrada en el expediente no fue la utilizada en el hecho.
Según las fuentes, se trata del arma que le fue incautada a un sospechoso identificado como Maximiliano Adrián Mansilla (35), detenido el 13 de este mes, justamente porque tenía esta pistola con pedido de secuestro por robo en jurisdicción de la comisaría 7ma. de La Plata.
Los voceros explicaron que Mansilla continuará detenido pero por la «tenencia ilegal» del arma, ya que nunca fue imputado en la causa de las cuatro amigas atacadas a balazos.
Lo que sí le confirmaron los peritos a las fiscales Dongiovanni y López es que en la masacre fue utilizada una sola arma calibre 9 milímetros.
Además, el lunes último se hicieron las ruedas de reconocimientos con Weiman y otro sospechoso, Adrián Abraham (31), y ninguno de los dos fueron reconocidos por los tres testigos presenciales del ataque.
La falta de pruebas que incriminen a todos estos sospechosos hizo que en las últimas horas los investigadores vuelvan a evaluar la hipótesis de un ataque criminal sin motivo cometido por algún tirador con problemas mentales, tal como se sospechó en las primeras horas del ataque.
Según esta línea investigativa, este ataque podría ser el primero en el que el tirador se animó a matar, pero no el único en el que haya disparado sin motivo, por lo que la Policía y las fiscalías buscaban otros hechos aislados con personas u objetivos baleados que puedan tener algún tipo de similitud.
La masacre de Florencio Varela fue cometida cerca de las 6 del sábado 11 de este mes, en avenida Senzabello y Los Andes, cuando las cuatro amigas regresaban a pie de bailar en el boliche «Santa Diabla», un local nocturno ubicado en las inmediaciones, y se encontraban en una parada de colectivos.