El auto le impactó de lleno en el baúl del suyo. El latigazo que le provocó el siniestro automovilístico en plena avenida San Martín de Florencio Varela lo obligó a concurrir a la guardia del hospital Mi Pueblo. Con fuerte dolor de cabeza, mareo y molestias en el cuello y la espalda hizo lugar para pasar en el cuartucho de la guardia y se encontró con una respuesta inesperada: “no estoy dando números porque no hay médico clínico, sentate y esperá que hay gente desde las 10 de la mañana”. Eran cerca de las 2 de la tarde y después de mucho insistir le dijeron que con suerte el profesional podría empezar a atender a las seis. Él tuvo la posibilidad de ir a una clínica, el resto, los que no tienen una obra social ni puede solventar el gasto de la consulta, tuvieron que esperar en medio del intenso calor en ese cuarto de dos por dos.
La postal del hospital Mi Pueblo está bien lejos de ser la de un sanatorio que está en obras. A esa hora de la tarde del miércoles pasado nadie trabajaba en la guardia que parece ser un centro de salud de kosovo: todo derrumbado.
Las promesas de los trabajos para “mejorar la guardia” a esta altura de los acontecimientos se las lleva el viento y para colmo el cartel que anuncia “guardia las 24 horas” termina siendo una mentira en la práctica. Al menos ese miércoles. Y la bronca de los vecinos crece.
“Estoy esperando desde las 11 de la mañana, dicen que no hay médico y no dan número porque no saben a qué hora van a atender”, dijo Mariela Fernández, una mujer que dijo que se golpeó muy fuerte el pecho mientras trabajaba. “No hay clínico ni me derivan a un traumatólgo”, dijo al cronista de este medio que intentaba buscar una explicación normal a la situación.
En el Hospital Mi Pueblo conseguir una explicación no es tarea sencilla. Más bien es una odisea. Recorrer oficinas que no se abren, personas que no contestan y consultorios que se cierran suelen ser moneda corriente para cualquier vecino local.
A mediados de año, la situación valió el malestar del jefe comunal, Julio Pereyra, quien exhibió su malestar ante los miembros del gabinete municipal debido a las demoras en la restauración de la sala destinada a emergencias dependiente de la gobernación provincial.
“Dejaron a los vecinos sin asistencia médica. Interrumpieron el funcionamiento de la guardia por reformas edilicias sin pensar en una alternativa para derivar a los pacientes. Además, eligieron la peor época: meses donde históricamente registraron el aumento de las infecciones respiratorias”, enfatizó Julio Pereyra tras examinar junto a sus secretarios los inconvenientes generados por la reestructuración del ámbito para atender urgencias perteneciente al Hospital “Mi Pueblo”.
El Intendente calificó como “improvisados” los trabajos sobre la infraestructura del sanatorio. “Perjudicaron a los varelenses por los daños en el sistema sanitario. Me asombró la inoperancia de la Ministra de Salud bonaerense, el Director Regional de Sanidad y el Titular del nosocomio. Ocasionaron una situación grave en un municipio de diferente color político. Seguramente, si pasaba en un distrito gobernado por ellos intervenían pronto”, remarcó.
En aquel entonces, el secretario de Salud, Mario Rodríguez, destacó las buenas intenciones del proyecto para la ampliación del lugar pero señaló las deficiencias en un área colapsada por la demanda. “Alojaron a ciudadanos con cuadros críticos en una sala común cuando requerían permanencia en terapia intensiva”, describió. Luego, alertó sobre la “ineficiencia de la red provincial” y “la ausencia de respuestas desde el efector nacional”.
En consonancia, el secretario de Gobierno -Andrés Watson- insistió en el peligro de debilitar la respuesta de los servicios. “Nunca pensaron en la gente y su contención, especialmente en los afectados por enfermedades crónicas. Debemos evitar el fallecimiento de personas por una obra totalmente inadecuada en sus procedimientos”, afirmó.
Consultado por la situación, voceros del hospital Mi Pueblo explicaron a Infosur que “guardia clínica hubo, lo que no hubo fue atención por consultorio de 14 a 18”. La situación, según los voceros, fue producto de un inconveniente con la “profesional”. Lo cierto es que el miércoles la salud pública estuvo en terapia intensiva en el hospital Mi Pueblo.