En los años recientes las Fintech han revolucionado los mercados financieros a través de la transformación de los modos tradicionales de ofrecer servicios o productos relacionados con dicho sector de la economía a nivel global.
La inversión en startups de este tipo ha escalado no solo en Europa, Asia-Pacífico y Norteamérica, sino que ha ganado un amplio terreno en América Latina, destacando Brasil, México, Colombia, Argentina y Chile como los cinco principales países que concentran cerca del 90% de toda la actividad Fintech en el continente, según un informe emitido por el Banco Interamericano de Desarrollo (IBD).
¿Qué son las Fintech?
Las Fintech son empresas dedicadas a la creación innovadora de servicios financieros sobre la base de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación como herramientas que soportan la eficiencia de los procesos financieros en el mercado. Su denominación surge de la vinculación entre las primeras sílabas de las palabras en inglés: finance (finanzas / financiar) y technology (tecnología).
Se trata de plataformas tecnológicas, tales como MyCredit, diseñadas para la realización de operaciones crediticias, de financiación Crowdfunding y/o Crowdlending, sistema de pagos digitales, banca móvil, gestión de finanzas (personales o empresariales), entre otras áreas relacionadas, de fácil acceso y usabilidad a través de cualquier dispositivo con conexión a Internet.
¿Por qué las Fintech se han vuelto famosas?
Ante un escenario de continua interconexión, mayor demanda de inmediatez, accesibilidad, flexibilidad y transparencia, las Fintech son una alternativa innovadora que se fortalece frente a instituciones financieras como la banca física, históricamente caracterizada por numerosos procesos burocráticos, papeleo y sujeción a lapsos que ralentizan las respuestas oportunas.
Una Fintech brinda la oportunidad de realizar operaciones desde la comodidad del lugar donde se encuentre, únicamente mediante el acceso a la web, y requisitos mínimos de acuerdo a la naturaleza de cada operación, posibilitando modalidades novedosas de crédito, como es el caso de la startup argentina MyCredit, que ofrece micropréstamos no bancarios, disponibles las 24 horas del día durante todo el año y con un sistema automatizado que agiliza el procesamiento de las solicitudes, emitiendo la información de aceptación o denegación de las mismas en cuestión de minutos.
En general, la adopción de canales digitales para la gestión de actividades financieras implica una significativa reducción de costos, diversas fuentes de información, así como novedosas técnicas de evaluación del riesgo y del comportamiento de los clientes, “lo que permite llegar a los segmentos excluidos de una manera más asequible”, expuso la especialista Gabriela Andrade en un comunicado de prensa del BID sobre el informe relativo al crecimiento de las Fintech.
