Tenía 25 años, antecedentes penales y una supuesta red aceitada de explotación sexual a través de redes sociales. F. E.E.P. (sus iniciales) fue detenido esta semana por orden de la Justicia en una casa de Florencio Varela, acusado de ser el cabecilla de una estructura criminal que supuestamente captaba mujeres y menores para prostituirlas, bajo amenazas, golpes y hasta coacción con armas.
La Unidad Fiscal N°8 de Berazategui, a cargo del fiscal Ernesto Daniel Ichazo, con intervención del Juzgado de Garantías N°1 de Quilmes, logró desenmascarar una de las operatorias más oscuras y crueles en materia de trata de personas en el conurbano sur.
Todo comenzó el 22 de mayo, cuando una joven denunció ser víctima del ahora detenido. Según su testimonio, el hombre no sólo la explotaba sexualmente sino que le quitaba todo el dinero de los encuentros que coordinaba para ella en albergues transitorios cercanos al supermercado Jumbo de Quilmes.
Con esta denuncia, la Superintendencia de Delitos Complejos inició una investigación que reveló una maquinaria aterradora: el acusado había empezado a operar en 2023 desde el penal de Magdalena, donde cumplía condena por robo agravado. Allí, siempre según la investigación judicial, contactaba mujeres por redes sociales y las convencía de ingresar al sistema prostituyente. Cuando recuperó la libertad, en enero de 2025, comenzó a manejar todo desde un local de comidas rápidas en Smith y Calchaquí, en Quilmes.
Las víctimas, muchas en situación de extrema vulnerabilidad, eran obligadas a trabajar en la calle entre las 18 y las 00 horas, y en días de “alta demanda”, hasta más tarde. Pero eso no era todo: está acusado también de exigirle tener relaciones sexuales con él, prometiéndoles quedarse con una porción mayor del dinero. Quien se resistía, recibía amenazas, golpes y presiones psicológicas, incluso con un arma de fuego.
Según la fiscalía, el sujeto administraba grupos de WhatsApp donde organizaba la logística de las citas sexuales. En uno de los casos más estremecedores, una menor de edad fue contactada y explotada por él, aprovechando su situación económica y de abandono. A otras, las tenía bajo control mediante el chantaje: “Si no hacés lo que digo, le cuento todo a tu familia”, repetía, según el expediente.
Los puntos de encuentro eran los hoteles “El Ruca”, “El Ruca II” y “Hotel Susurros”, además de casas particulares. Todo lo coordinaba él, incluso el cobro. La plata se enviaba por transferencia a sus cuentas virtuales: sólo una de las víctimas hizo 570 giros entre enero de 2024 y mayo de 2025, por más de 17 millones de pesos.
Con todas las pruebas recolectadas, el juez Juan José Anglese ordenó el allanamiento del domicilio del acusado, ubicado en Florencio Varela, donde fue detenido y se le secuestró su celular personal, clave para la causa.
Los cargos que enfrenta son gravísimos:
- Promoción y explotación económica de la prostitución de mayores y menores,
- Amenazas coactivas,
- Violencia física y sexual,
- Todo agravado por la situación de vulnerabilidad social de las víctimas.
Además, según consta en la causa, el acusado amenazaba con matar al hijo de una de las víctimas si no obedecía.
La investigación sigue abierta: la semana próxima comenzarán a declarar al menos 12 víctimas identificadas hasta ahora. La fiscalía no descarta que haya más implicados ni más mujeres sometidas en silencio por este regenteador que operó impunemente hasta que alguien se animó a hablar.
