El reacomodamiento político en el Conurbano no da tregua y Quilmes se convierte en un escenario clave para La Libertad Avanza (LLA). Con tensiones internas a la orden del día, el espacio que lidera Javier Milei busca consolidar su armado en el distrito y evitar fugas que debiliten su estructura. En este contexto, todas las miradas apuntan a una figura de peso: el exintendente y actual diputado provincial Martiniano Molina.
Según fuentes cercanas a LLA, Molina es visto como la pieza clave para ordenar el espacio y desplazar a sectores que buscan imponer su propia línea. Mientras Santiago Caputo impulsa armadores locales que desafían la estructura oficialista, desde la conducción de Karina Milei evalúan apostar por un dirigente con alto reconocimiento para evitar que el desorden interno termine afectando las chances electorales en la región.
La interna libertaria en Quilmes se presenta más compleja de lo esperado. Si bien la irrupción de Milei en la escena nacional sacudió el tablero político, los armadores locales aún no logran consolidar un liderazgo fuerte. El temor es claro: sin una figura que contenga y estructure el espacio, las fugas podrían multiplicarse, debilitando la proyección de LLA en uno de los distritos más importantes del Conurbano.
Molina, quien gobernó Quilmes entre 2015 y 2019 bajo el sello de Juntos por el Cambio, mantiene una fuerte presencia territorial y un caudal de votos propio, algo que lo convierte en un candidato atractivo para los libertarios. Su actual rol como legislador provincial también lo posiciona en un lugar estratégico dentro del entramado político bonaerense, lo que refuerza la idea de que su incorporación al armado oficial de LLA podría dar estabilidad al espacio.
Sin embargo, la movida no está exenta de obstáculos. Algunos sectores dentro de La Libertad Avanza ven con recelo la posible llegada de Molina, argumentando que representa un pasado político vinculado al macrismo. Aun así, en la conducción nacional del espacio prima una lógica pragmática: más allá de los antecedentes, la prioridad es sumar volumen político y evitar la fragmentación en distritos clave.
El desenlace de esta disputa interna será determinante para el futuro de los libertarios en Quilmes. Si Molina se convierte en la cara visible del espacio en el distrito, LLA podría consolidar su armado y proyectar un crecimiento sostenido en la región. De lo contrario, la falta de conducción clara podría derivar en una crisis interna con consecuencias impredecibles.
Por ahora, las negociaciones siguen abiertas y el tablero político quilmeño sigue en movimiento.
