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Entre filtraciones y olvido: el cierre del Hospital «Julio Méndez»

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Se cayó el techo del hospital Julio Méndez de Bernal.

El miércoles pasado, la sala principal del Hospital «Julio Méndez» en Bernal, partido de Quilmes, se sumió en el caos cuando su techo colapsó, revelando años de negligencia en mantenimiento. Aunque el incidente ocurrió sin pacientes presentes, la tragedia fue evitada por un margen estrecho.

En un acto de omisión municipal, las filtraciones y la falta de mantenimiento se unieron para desencadenar un incidente que forzó el cierre del hospital. La intendente Mayra Mendoza, frente a la falta de recursos, se niega a asumir la responsabilidad de los necesarios arreglos, dejando a la comunidad desprotegida en medio de una crisis de salud.

El olvido del hospital Julio Méndez

Declive de la Salud Pública: El colapso del techo, atribuido a filtraciones y desidia en el mantenimiento, refleja el deterioro constante de las infraestructuras de salud pública. El «Julio Méndez», conocido por ser un refugio para quienes buscaban atención médica, ahora cierra sus puertas, desatando la incertidumbre y la indignación entre los residentes.

La Negativa de la Intendente: La intendente Mayra Mendoza, enfrentada a la escasez de fondos, rechazó la urgente necesidad de reparaciones. Esta postura dejó a la comunidad sin un lugar vital para la atención médica, generando preguntas incómodas sobre las prioridades de la gestión municipal.

Reprogramación y Desplazamiento: Ante la falta de un espacio funcional en el «Julio Méndez», la municipalidad anunció la reprogramación de atención a pacientes y la mudanza temporal de la vacunación a otros centros. El Hospital Oller de San Francisco Solano y el Dispensario Municipal asumirán la carga, pero la pregunta persiste: ¿Por qué se llegó a este punto?

Conclusiones: La falta de inversión y atención a la infraestructura de salud llevó al colapso del «Julio Méndez». Mientras los vecinos se enfrentan a la pérdida de un recurso esencial, la responsabilidad y la acción inmediata se vuelven cruciales. La salud de la comunidad no puede ser sacrificada en el altar de la falta de fondos y la negligencia gubernamental.

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