De viajar en colectivo desde Florencio Varela a moverse en vuelos privados y rodearse de lujos. Esa fue la meteórica transformación de Elías Piccirillo, un empresario que hoy enfrenta la Justicia tras ser detenido por un escándalo que involucra drogas y estafas millonarias.
Elías Piccirillo, de Varela al jet set
Su nombre se volvió conocido cuando en mayo de 2024 contrajo matrimonio con Jesica Cirio en una lujosa boda en el Palacio Duhau. Sin embargo, detrás de la imagen de empresario exitoso, las denuncias comenzaron a acumularse.
Piccirillo nació en Florencio Varela, en un hogar marcado por la violencia de género. De joven trabajó en un call center, donde conoció a la madre de su hija. Su ambición lo llevó al negocio inmobiliario, pero no por la vía legal: fue despedido de Remax tras ser acusado de cobrar comisiones dobles en operaciones fraudulentas.
Las estafas y el inicio del escándalo
En 2020, un video viral lo mostraba siendo agredido por un hombre que lo acusaba de haberle robado dinero. Pero su momento de mayor exposición llegó en 2024, cuando su boda con Cirio lo puso en la mira de los medios. Mientras aparentaba ser un magnate exitoso, se acumulaban denuncias por cheques sin fondos, inversiones dudosas y estafas.
La trampa de la cocaína y su detención
El caso que lo hundió fue la acusación de haber intentado incriminar a un acreedor: según la investigación, le plantó casi dos kilos de cocaína en su auto para evitar pagarle una millonaria deuda. La maniobra fue descubierta y Prefectura lo detuvo tras entregarse en los tribunales de Comodoro Py.
Negocios turbios y una fortuna en la mira
Entre 2019 y 2023, Piccirillo rebotó 27 cheques por 13 millones de pesos, según el Banco Central. Además, realizó más de 35 viajes al exterior en los últimos años, muchos de ellos a Paraguay, país señalado como un punto clave en el lavado de dinero.
Lo que empezó como una historia de glamour terminó con denuncias por fraude, drogas y estafas. Ahora, enfrenta una causa penal que podría llevarlo a prisión por varios años. De aquel joven varelense que viajaba en colectivo, solo queda un prontuario cargado de sospechas y delitos.