El camión de caudales de la empresa Prosegur se había ido del predio de Carrefour de Florencio Varela hacía unos 15 minutos. No más. Los que lo vieron irse dicen que como todos los días tomó por la Avenida San Martín, la misma del polémico Metrobus.
Sobre el desprevenido cubículo del local de Pago Fácil, habían quedado acomodadas las sacas que los hombres de marrón con distintivos amarillos habían dejado repleto de billetes. En total había 9 millones de pesos.
A pocos metros, en el interior del centro comercial, un maestranza hacía su labor cotidiana. El paso del lampazo cambiaba el brillo del piso y dejaba entrever el polvo que se junta en la noche. No pudo reaccionar y un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando una pistola, del tipo que usa la policía, estaba frente a sus ojos y un morrudo sujeto amenazaba con gatillar y pasarlo a otra vida. No era un joda y el miedo lo paralizó por completo.
Entonces, con toda tranquilidad, mientras uno utilizaba el manojo de llaves para abrir el cerrojo del búnker del Pago Fácil, otro de los delincuentes pintaba con aerosol las cámaras de seguridad y los domos. Una vez adentro, otro empleado de la firma apenas había guardado algunas bolsas con dinero. Las otras habían quedado apiladas en el piso y los ladrones la tomaron y la pusieron sobre las espaldas. Escaparon caminando. Se llevaron unos seis millones de pesos.
Estos son los detalles de un audaz robo que tuvo como blanco al local del Pago Fácil que funciona en el hipermercado Carrefour de Florencio Varela en el predio de Avenida San Martín y Avenida del Trabajo y que genera más angustia en la población varelense ante una intensa ola de inseguridad.
Se calcula que los ladrones eran dos y que entraron y se fueron como pancho por su casa. Casi como si la zona hubiera estado liberada.
Los testigos dicen que se fueron caminando. Con las bolsas con dinero salieron por la salida de emergencia trasera que comunica a un patio. Atravesaron los árboles y se subieron a un auto que se presume era un Renault Logan gris. Allí, presumen, habría otros dos hombres aunque no están seguros. Hasta ayer a la tarde, cuando la edición impresa de este diario cerraba, no se los había ubicado.
Más allá del susto, no hubo víctimas con lastimaduras ni lesiones.
