La muerte de Sebastián Mieres, un joven de 20 años puso en evidencia el peligro latente en los colectivos de la línea 500. Mieres falleció trágicamente al ser aplastado por un colectivo cuyo escalón oxidado y maltrecho cedió bajo su peso. Este incidente fatal ocurrió en el interno 722, operado por la empresa MOQSA, y destapó la grave situación de mantenimiento de estos vehículos.
La tragedia de Sebastián Mieres no es un caso aislado. La línea de colectivos 500, cuyo rango de numeración va desde el 700 al 803 (cubriendo las líneas 500 a 513) y del 810 al 840 (línea 383), muestra serias deficiencias en varias de sus unidades.
Peligro en la 500: las fotos de la verdad
En exclusiva, Infosur accedió a documentos fotográficos que revelan el estado deplorable de al menos cuatro colectivos que circularon el domingo pasado, justo después del paro de choferes.
Las imágenes, proporcionadas por trabajadores que solicitaron anonimato, son alarmantes. Las unidades 710, 725, 771 y 794 presentan condiciones que ponen en riesgo la vida de los pasajeros diariamente. Escalones corroídos, suelos debilitados y estructuras en estado crítico son solo algunas de las fallas visibles en estas fotos.
La comunidad de Villa Vatteone, donde ocurrió el fatídico accidente, está consternada. Los residentes exigen una respuesta inmediata por parte de la empresa MOQSA y de las autoridades municipales. La continuidad de estos vehículos en circulación sin una revisión y reparación adecuadas podría desencadenar nuevas tragedias.
La situación se agrava considerando que, a pesar del paro reciente de choferes, estos colectivos defectuosos continúan operando sin ninguna inspección rigurosa. La responsabilidad de garantizar la seguridad de los pasajeros recae tanto en la empresa como en los organismos reguladores.