Aureliano Villalba Cabrera, tiene 33 años y nació en Paraguay, aunque después se nacionalizó argentino. Para su trámite de nacionalización, por el cual obtuvo su DNI comenzado con 94 millones, fijó domicilio en el barrio La Carolina II de Florencio Varela. Con esa dirección se registró en AFIP como monotributista ya que hasta el 2012 su oficio era pintor. Desde junio que aparece vinculado a una lancha abandonada con 140 kilos de droga en Bahía Blanca.
Aureliano fue procesado en los últimos días, acusado de ser la cabeza de uno de los misterios más grandes referentes al narcotráfico de la Argentina. Lo habían detenido después de un tiroteo en Paraguay en diciembre pasado y era buscado por Interpol desde junio del 2022. La historia es así.
En junio del año pasado, tal como publicó Infosur, la Prefectura Naval Argentina encontró en una lancha a la deriva unos 140 kilos de droga en Bahía Blanca. El rastreo permitió determinar que estaba a nombre de Aureliano con domicilio en Florencio Varela. Casi al mismo tiempo, Prefectura también había hallado un bote semirrígido, abandonado en la zona de la ría de Ingeniero White, a 30 kilómetros de la Base, la ría de acceso al Puerto de Bahía Blanca. El bote, a la deriva, estaba completamente equipado con chalecos, bengalas y artículos de pesca. El 18 de julio se encontró más droga en la playa cercana a la Base de Infantería de Marina Baterías, cuando se halló semienterrado en la arena un bolso color negro, cerrado, sujeto con sogas. Tenía cerca de 26 kilos de polvo, divididos en 25 panes, que tenían una estampa con la leyenda “PATRÓN”.
Cuál es la valuación de la droga encontrada en Bahía Blanca
Toda la droga encontrada tenía una valuación superior a los dos millones de dólares y el misterio es que hacía en distintas barcazas a la deriva. Hasta ahora no se reveló, aunque la jueza que interviene en la causa tiene fundadas sospechas.
Tal como se informó, la Prefectura estableció que el propietario de la lancha era Aureliano Villalba Cabrera, quien además había tramitado pocos días antes su carnet de timonel. Además, dentro de la embarcación se halló el comprobante de un hotel de la zona y así se pudo identificar a otras personas que participaron del fallido embarco del millonario cargamento de cocaína. Uno de ellos era Emiliano Ángel Villalba Cabrera, hermano mayor de Aureliano.
La jueza Federal de Bahía Blanca, María Gabriela Marrón, estableció que los hermanos Villalba Cabrera fueron los ideólogos de la maniobra de embarque de la droga, hecho en el que también participaron una prima, Lilian Cabrera; y su ex pareja, el ex policía bonaerense Emanuel Peralta. El ex agente figuraba como titular de la Ford Ranger en la que se movilizaba Aureliano, a quien le otorgó una autorización de manejo. Esa camioneta fue utilizada para transportar el semirígido y la cocaína hasta la zona de Bahía Blanca. Todo siempre según la reconstrucción judicial.
Pero también se estableció que los Villalba Cabrera eran familiares del paraguayo Gustavo Sotelo Cabrera, quien también fue apresado por intentar cargar cocaína en buques en el puerto de Zárate. En su resolución, la jueza dejó en claro que los detenidos no eran los dueños del cargamento y que Aureliano decidió desaparecer por temor a que el financista de la operación tomara represalias por la pérdida de dos millones de dólares en cocaína. El narco sólo es conocido hasta ahora como “El señor”.
Por qué sospecha la Justicia que Aureliano huyó de Varela
Dos meses después de la pérdida del cargamento, Aureliano le dijo a sus familiares que debía desaparecer porque tenía un gran problema. Y que temía por la vida de ellos también porque lo que había perdido era mucho.
“La hipótesis delictiva se circunscribe al traslado y/o transporte de clorhidrato de cocaína, en la cantidad antes indicadas, en bolsos, empleando como medio para ello al bote Al Ilafen II dentro de la jurisdicción local, hacia un buque de mayor envergadura aún no identificado, apto para realizar una travesía oceánica”, detalló la jueza al resolver la situación procesal de los primeros cuatro detenidos.
La jueza también constató que Aureliano llevaba un nivel de vida que no se condecía con el de una persona que no registra trabajos ni ingresos. Detalló que a su nombre figuran “dos embarcaciones, automóviles, incluyendo algunos de alta gama y una casa quinta, con cancha de tenis”.
Desde la defensa de Aureliano esgrimieron que el narco estaba en Paraguay cuando se realizó la fallida maniobra con la cocaína y argumentaron que sólo se lo podría procesar por encubrimiento. Esa pretensión ya fue rechazada por la Justicia Federal, que decidió mantener la imputación por “tráfico de estupefacientes, en la modalidad de transporte, agravado por la intervención de tres o más personas organizadas para cometerlo, en concurso ideal con el delito de contrabando, calificado en grado de tentativa”.
Aureliano Villalba Cabrera había sido detenido en diciembre pasado, casi de casualidad, luego que llegara a una comisaría de su natal San Pedro del Paraná, Paraguay, con dos balazos en una pierna y se presentara como víctima de una emboscada cuando volvía de un cumpleaños.
Villalba Cabrera creyó que su jugada había resultado perfecta. Los agentes lo llevaron de urgencia a un sanatorio, donde apenas unas horas después le comunicaron que quedaba detenido porque tenía un pedido de captura internacional solicitado por una jueza federal de Argentina.